-Venga vamos a la parada, no quiero llegar muy tarde a casa, hay que madrugar....
El paseo por la calle era muy tranquilo, aquellas horas casi no había nadie, hasta llegar a las calles más concurridas, la chica miro a su salvador, quien le había prestado su chaqueta para que dejara de pasar frio:
-¿Estudias?
El chico sonrió al escucharla:
-Si estudio arte en la Facultad de Bellas Artes.
Ella sonrió al escuchar aquello, se sentía segura estando con Lucas:
-Yo acabo de llegar a Barcelona y aún estoy pensando que voy a estudiar...
El chico le miro sonriendo:
-Podrías practicar atletismo, es increíble que puedas correr tanto con esas botas....
Melinda sonrió al escucharle, mientras llegaban a la parada del bus, los dos chicos se quedaron en silencio, mientras que se lanzaban algunas miradas acompañadas por algunas sonrisas. La chica saco de su pequeño bolso adornado por calaveras su móvil. Lo cogió y se acercó a Lucas, le miro con una sonrisa en los labios:
-Me puedo hacer una foto contigo y me puedes dar tu número, me sentiré más segura sabiendo que tengo un amigo, un nuevo amigo en la ciudad condal.
El chico asintió con la cabeza y se hicieron selfie, después le dio su número de teléfono, no pudo dejar de ver el detalle en las delicadas manos de Melinda con esas uñas pintadas de negro, con un tatuaje de números en uno de sus dedos.
Cuando le dio el número de teléfono llego un autobús, Melinda al levantar sus ojos del móvil pudo ver como llegaba, era el que le dejaría frente de su casa.
-Espero volver a verte Lucas.
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