lunes, 2 de agosto de 2021
La gran genio Cap 1 Dias de desfaces de mujer
Hace unos días encontré en un descampado una lampara, parecía bastante vieja y a primera vista no parecía que fuera una imitación de esas chinas, parecía que era oro de verdad y tenía unas joyas más que preciosas, lo más seguro que había salido a la luz tras el movimiento de tierras que estaban haciendo para comenzar las nuevas obras, del super mercado.
Al llegar a casa me pegue una larga ducha, después de
trabajar estaba agotado y estaba deseando descansar unas horas, antes de volver
a madrugar. Miré aquella pequeña joya y me pareció ver unas letras en ella,
pero tenía demasiado polvo, comencé a frotar para poder saber lo que ponía.
Cuando lo hice comenzó a salir un extraño humo de
ella, que fue llenando toda la habitación, comencé a pensar que podría hasta
explotar. Cuando quise tirarla al suelo y salir corriendo, el humo como
apareció desapareció rápidamente.
Cuando me di cuenta había una chica frente de mi de
unos 1,55, de pelo rubio bastante largo, de rostro aniñado y algo maquillado,
de cuerpo carnoso, con unos enormes pechos, tan grandes como unas pelotas de
futbol, todo apretado con un disfraz de genio, como en las películas o series.
Ella me miro a los ojos sonriendo, con una gran
sonrisa en los labios, se comenzó a tocar de arriba abajo, no se podía creer
que había salido de la lampara:
-Soy real, soy de carne, salí de la lampara, gracias,
gracias amo….
Le mire sorprendido:
-Ups ¿Eres una genio? ¿Entonces son tres deseos?
Ella me miro a los ojos con una sonrisa en los labios:
-No, soy tu criada y aparte de eso yo te concederé
todos tus deseos, amo…Deseos infinitos.
Me frote la barbilla pensativa, me quede pensativo
mirándola, vi su cuerpo carnoso y perfecto, de enormes pechos y cuerpo carnoso,
de piel blanquecina, pelo rubio:
- ¿Quiero hacerlo contigo? ¿Hacemos el amor, follamos?
Ella me miro a los ojos y sonrió, chasqueo los dedos
se le cayó su vestido, quedándose totalmente desnuda frente de mí, chasqueo los
dedos y yo me quede desnudo frente a ella, tras de nosotros apareció una cama:
-Gracias amo, estaba deseando esto, hace siglos que
deseaba algo de acción.
Me tiro en la cama y me hizo una felación, sentía su
boca, sentía mi sexo dentro de su mojada boca, como su lengua jugaba con mi
glande, sentí sus suaves pechos mientras rodeaba rodeaban mi miembro, sentía
como crecía, como se hinchaba poco a poco.
Me tiro en la cama y comenzó a cabalgar sobre mi
polla, yo le cogí de las caderas, pude sentir sus carnosas caderas, muslos,
ella cogió mis manos y se las llevo a sus grandes tetas, que votaban sin cesar,
las sentía, las apretaba con mis manos, ella gemía, ella disfrutaba, yo me unía
a ella. Su sudor se unía al mío, hasta que los dos tuvimos un orgasmo, un
orgasmo mágico, increíble.
Ella se tiro a mi lado y me miro sonriendo, era mi
esclava, de placer, de mis deseos, ella movía sus manos, disfrutando de la
libertad, tras escapar de la lampara, mientras que sus pechos se aplastaban por
la gravedad, ella miraba sus piernas, estaba tan agradecida.
Le mire sonriendo:
-¿Cómo te llamas?
Ella se quedó pensativa:
-Llámame Dina…
La genio se levanto lentamente, totalmente desnuda,
chasqueo sus dedos y volvió a vestirse con esas prendas orientales, ella negó
con la cabeza al que no estaba a la moda, que impactaría a la gente cuando le
viera vestida de esa manera, chasqueo los dedos y vistió con una blusa blanca
muy escotada, pantalones tejanos, apretados marcando su gran culo, su culo
carnoso y jugoso, con tacones para ser algo mas alta, llegando al 1,60. Ella se
sintió preciosa atractiva, mientras se miraba a un espejo de pie.
Yo mientras me vestía le miraba intrigado:
-Espera ¿Cuándo tiempo estuviste en esa lampara?
Ella me miro sonriendo:
-Pues llevaba desde hace tanto tiempo, era una
prostituta que viajo al viejo oriente para estar con el hombre que me había
enamorado, descubrí en un mercado una lampara, mi prisión, al frotarla me quedé
encerrada en ella…Algunas lámparas tienen genios y otras te transforman en uno
de ellos.
Asentí con la cabeza:
-¿Por qué estas tan a la moda?
Ella se miro la blusa, mirando su inmenso escote,
perdiendo su mirada en su escote de vértigo, que hacia que no pudiera ver sus
pies:
-Desde la lampara podía ver muchas visiones de como
estaba el mundo, las modas de las mujeres y todo eso, hasta que inventaron la
televisión, mi lampara podía pillar tantos canales, aprendí tanto de vosotros.
Yo me quede mirando su carnoso cuerpo, su pelo rubio y
su rostro aniñado, pensé que ya que podía hacer realidad cualquier deseo,
podría experimentar otras cosas, cuerpos o tantas posibilidades.
-Venga Dina transfórmame en mujer, una mujer de pelo
oscuro, cuerpo carnoso, grandes pechos, algunos tatuajes, que sea
tentadora…Venga vamos.
Ella asintió y me miro a los ojos:
-Si claro amo, pero me tienes que hacer el favor de
sacarme a la calle y que pueda ver donde vives, donde vivo a hora…
-Claro, claro.
Ella chasqueo los dedos y me envolvió el humo de la lampara de la genio, sentí mil y un crujidos, de músculos y huesos, cuando todo se disipo, me di cuenta que algo había cambiado, al verme en el espejo, tenia un rostro femenino, un rostro tentador, de labios carnosos, de gran belleza, de pelo largo y liso, de piel morena. La camiseta me iba enorme y se me quedaba apretada por mis grandes pechos, que no los mire atontada, ya que podía ver ese escote, estaban las tetas tan apretadas.
Mis pantalones estaban apunto de caerse y se
aguantaban por mis caderas, por mi carnoso y perfecto culo, me toque la entra
pierna dándome cuenta que no tenía sexo masculino. Me quite la camiseta, me
quite los pantalones y pude ver mi cuerpo carnoso, tentador, con unos tatuajes
en mi cuerpo:
-Es, es increíble, mi cuerpo, mi voz, quiero
experimentar tanto antes de salir.
Salto mi ropa por todos lados, solo para ver mi cuerpo
desnudo, más profundamente, tocándome esos grandes pechos, mientras lo hacia
iba dando pasos hacia atrás hasta caer contra la cama, por unos segundos me
quede mirando mis pechos, mientras los presionaba, los apretaba, sentía tanto
los pezones entre mis dedos mientras los pellizcaba, ella se tumbo conmigo y
vio como me quedaba pensativa, sin saber por donde empezar. Sonrió al ver como
me llevaba mi mano a mi entre pierna y acariciaba mi vagina, ella sonrió al ver
como comenzaba a frotar mi sexo. Yo la mire mientras comencé a gemir, a sentir
mis dedos, el placer sexual extremo, era la primera vez que me tocaba como
mujer, era tan increíble.
-Woow que placer, que placer…Yo, yo…
Mis ojos se entren cerraron mientras iba subiendo
escalones de placer, mientras mi rostro se enrojecía y aparecían punto de sudor
por mi cuerpo, como mis pezones se endurecía sin lentamente.
Dina se levanto de la cama y fue hacia la puerta, no
podía hacer mucho para una masturbación, si no le pedían que se uniera, para
que en vez de un solitario fuera un lésbico entre ellas:
-Bueno amo, voy a ver tu casa, a ver como es, hace
tanto tiempo que estoy encerrada en mi pequeña lampara….
Yo movía mi rostro, haciendo que mi largo pelo oscuro
se moviera sin cesar al son de mi masturbación.
-Siiiii, Siiiii.
Ella curiosa fue viendo mi pequeño hogar, era
increíble que un chico de poco mas de treinta años tuviera un diminuto piso en
aquellos días, lo complicado que era encontrar un buen trabajo, que se pudiera
mantener, sobre todo. Ella miraba las fotos familiares, yo seguía viviendo en
el mismo pueblo que mis padres y hermanas, mientras ella las observaba, el hilo
musical eran gemidos, había decidido meterme un dedo por el culo, mientras
seguía frotando mi clítoris. Para sacarle todo su jugo.
Ella se quedó observando la televisión que estaba en
el comedor, la miraba curiosa, ella podía ver miles de canales en su pantalla,
en una especie de reflejo que se elevaba encima de sus cientos de cojines.
Cogió el mando y comenzó a tocarlos, para sentir el
tacto de sus dedos sobre la goma, se encendió la pantalla y sonrió:
-Humanos, creo que seguimos viendo la misma basura.
Dina comenzó a ver algunas revistas que había dejado
una amiga, le fascinaba todas las cosas del mundo rosa, hasta que curiosamente
dejo de escuchar gemidos de placer. Fue curiosa a la habitación y me vio
mirándome al espejo, estaba sudada y agotada de manosearme, le mire con una
sonrisa en mis carnosos labios:
-Quiero un gran tatuaje en mi espalda….
Chasqueo la genio y apareció el tatuaje en mi espalda,
ella me miro pasando sus dedod por mi espalda tan resbaladiza por el sudor, me
miro a los ojos cruzando sus brazos, ella esperaba que le pidiera algo más, yo
asentí con la cabeza:
-Vísteme de la forma más sexy Dina….
Ella chasqueo los dedos y me vistió con una blusa muy
escotada, que apretaba mis grandes pechos, con una americana negra, una falda
muy corta, que apretaba mi carnoso culo, aparte unas medias ocurras, que daba
forma a mis largas piernas, con unos zapatos de tacón muy fino. Ella chasqueo
los dedos y me maquillo, también me dejo el pelo mas fino, mas sedoso, me mire
al espejo, cogiéndome las solapas de la americana, tenía unas formas
increíbles:
-Fantástico Dina, llámame Raquel Star, por un día
dejare de ser Raul….
Comencé andar por el pasillo, moviendo tentadoramente
mis glúteos, paso a paso que daba, haciendo que los pechos se movieran como
flanes, la genio se quedo pensativa ante lo que había dicho “Un día”
-Espérame Raquel….
Al andar por la calle me sentía bien, era un extraño sentimiento de sensualidad, de cómo mis jugosas carnes votaban a mi paso, esos pechos apretados, como ese carnoso culo al vaivén de mis tentadoras piernas que parecían que no tenían fin.
Mi paseo fue por el pequeño pueblo donde vivía,
Viladecans un pequeño pueblo a los alrededores de Barcelona, llamaba mucho la
atención entre la gente del pequeño pueblo, mas aun si aquella imponente mujer
tenia pinta de actriz porno, por la sexualidad que provenía de su exuberante
cuerpo, tras de mi iba la joven genio que era mi balance de miradas, yo la
chica morena y ella la chica rubia de cuerpo carnoso, de grandes pechos, rostro
aniñado. La mire sonriendo al pararnos en el paso de cebra, mientras
esperábamos que se pusiera el semáforo en verde para pasar:
-Dina quiero unas gafas de sol, vamos…
Ella chasqueo los dedos y apareció entre mis dedos
unas gafas de sol, me abaniqué un poco con mi mano y me di cuenta que mi olor
no era el apropiado para la mujer tan tentadora que era en aquel momento:
-Perfume…
La genio chasqueo los dedos y me soplo a mi cuello,
perfumándolo de un perfecto y caro perfume. Yo sonreí y al ponerse en verde pasé
lentamente, tras de mi Dina, provocamos algún que otro frenazo, la gente se le
iba la mirada en mi cuerpo, en nuestros cuerpos.
Mire a la sexy genio y sonreí, era tan agradable este
cuerpo, mientras que no intuia la ansiedad de la voluptuosa chica rubia,
pensaba que era por salir a la calle por primera vez lejos de su lampara:
-Genio lo que quiero probar es el sexo hetero, quiero
experimentar tanto….
La genio me miro forzando una sonrisa:
-Si, si claro aprovecha, yo te ayudare.
Dina negó con la cabeza ya que no sabría decirme que
no tendría vuelta atrás mi transformación.
En un pequeño bar con terraza nos tomemos unas
cervezas, yo observaba como la gente me miraba, los hombres fantaseaban con mi
cuerpo voluptuoso, de grandes senos, muslos perfectos, con ganas de acariciar y
apretar con sus manos, lamer mis pezones, apretar mis pechos hasta que
apareciera la primera gota de leche materna. Yo disfrutaba ante todo aquello,
Mientras que Dina no cesaba de contarme las cosas buenas que tenia mi transformación,
yo no le hacia mucho caso ya que solo sería por unas horas:
-Puedes comer sin cesar, que jamás engordaras,
envejeces un día por cada diez años, eso es lo genial de ser una
mujer……Trasformada por un o una genio.
Me quite las gafas de sol al ver el espécimen
perfecto, puede ser que tuviera unos veinte años, pelo rubio bastante rizado,
rostro aniñado, cuerpo delgaducho y fibrado, esos tejanos marcaban lo que sería
un buen miembro viril, con un culo respingón y camiseta apretaba que marcaba
sus débiles músculos.
-Ese es, venga que se quede hipnotizado por mi o algo
genio.
Dina suspiro, con sus piernas carnosas entre cruzadas,
con un escote de vértigo apretando sus grandes senos, que estaban apunto de
escapar y mostrar mas del seno, el pezón, era increíble que aguantaran dentro
de esa blusa, más aún que el botón no saltara por los aires, ella chasqueo los
dedos.
El joven que ya se había fijado en mi, que pasaba a mi
lado observando mis curvas, sonreía al ver
mi delicioso cuerpo, mi atractivo salvaje, pero por timidez no se
pararía a saludarme, por una vida, que seguro que tendría pareja y no podría
ver las mujeres de la calle como un bonito mostrador, sin llegar mas allá, sin
asaltarlas con piropos ni conquistarlas con palabras, ni piropos. Fue escuchar el
chasquido que se quedo parado y quiso acercarme a mi:
-Hola me llamo Jacob….
Yo sonreí mirando a Dina:
-Yo soy Raquel Star y sabes quiero que me eches un
polvo, que me folles de tal manera que no pueda andar…
Al tener todo lo que deseaba, me daba poder para
comportarme de esa manera, de tener lo que yo quería, a desear lo que quería, a
pedir o que me hicieran lo que yo deseaba.
Dina negó con la cabeza por lo atrevida que era, yo le
cogí de la mano sonriendo:
-Sera un trio y vámonos a casa….
Yo cuando el se acerco a mi con aquella mirada
perdida, yo me levante y pude ver que gracias a los tacones, era un poco mas
alto que el chico, fue una extraña sensación cuando el me beso, me cogió con
fuerza de las caderas y yo por unos segundos me quise resistir, posiblemente lo
que quedaba de mi lado masculino, que eran miajas, por mis ganas de
experimentar. Yo me sentí extraña, pero excitada al sentir su lengua contra la
mía, al sentir sus labios, como se calentaban nuestros cuerpos. Yo gire la
cabeza y mire a Dina mientras que el chico me besaba el cuello, la genio
sonrió, al ver como yo comenzaba a sudar, por lo cachonda que me estaba
poniendo:
-¿Raquel, quieres que volvamos a casa?
Yo asentí con la cabeza mientras una gota de sudor se resbalaba por mi rostro, ella chasqueo los dedos y desaparecimos, para volver a aparecer en mi casa. Yo caí contra la cama, totalmente desnuda, mire a Dina que también estaba desnuda, con los brazos cruzados aprisionando sus grandes senos. Mire frente a mi y pude ver al chico, que también estaba desnudo, con ese cuerpo fibrado, delgaducho, que marcaba un poco sus costillas, sobre todo yo observe con la boca abierta ese gran miembro viril, que comenzaba hincharse frente a mi, yo como chico nunca la había tenido de esa manera, la mía era normalita, pero esa era enorme, enorme pollazo.
Dina se acerco a la cama y se recostó junto a mi y nos
besemos en los labios, yo mire frente a mi y pude ver ese buen tabuco, tan
grande y dura, le hice un gesto para que se acercara a mi, a nosotras. Cuando
estaba frente a nosotras, sentí el calor de esa polla, yo cogí el miembro con
mi mano y sentí como latía, las venas, Dina también poso su mano en el miembro
y yo mire a la genio:
-A hora veremos los años de cine porno que e visto, si
hace efecto….
Me metí la polla en la boca y comencé hacerle una
felación, el sabor era peculiar, era un trozo de carne, vivo, caliente, un
musculo duro, comencé hacerle una felación. Mientras que Dina vio como lo
hacía, ella jugaba con las pelotas, los cojones del chico con sus manos, hasta
llevárselas a la boca, lamiéndolas.
Cuando me quede casi sin aire, cuando toco mi
campanilla su capullo, me saque la polla de la boca, y me quede asombrada por
lo que había crecido, por lo dura que estaba, mientras me conectaba la saliva
con ese lubricado capullo, como un fresón.
La genio asintió con la cabeza y cogió esa enorme
polla y la poso entre sus tetas, para hacerle una cubana, yo me puse tras de
ella y también le cogí las tetazas para cubrir ese miembro, para seguir esa
felación, mientras que esos pechos brillaban por la luz, por la saliva que
tenía el miembro viril, que las fue cubriendo poco a poco.
Yo me estire en la cama y le hice un gesto al chico
para que viniera hacia a mi y comenzara a follarme, la genio vio como el chico
me cogía de las piernas, me acercaba hacia él, para penetrarme, cuando lo hizo
sentí por primera vez como me penetraba un pene, una polla, una verga. Me
penetraba, me cogía fuertemente de las caderas, mientras votaba sin cesar mis
grandes senos, mi cuerpo se cubría de sudor, mientras por el placer mis ojos se
ponían bizcos por el placer, saque la lengua por el placer, me derretía en sus
manos.
Gemía sin cesar, hasta que el saco su pollazo de mi
vagina, dejándolo encima de mi depilado pubis, respire por unos segundos y la
vi allí frente de mi a Dina, me abalance sobre ella tirándola encima de la
cama, le abrí su sus carnosas piernas, comencé a lamerle el coño, mientras que
mis manos a presionaba sus grandes senos, el chico me cogió de los glúteos y me
comenzó a penetrar sin cesar, yo me quede en silencio, con mi cabeza en ese
lugar tan caliente, con mis ojos en blanco, sentía esa polla desgarrar mi ano,
entrando sin cesar. Dina me acaricio el pelo con una sonrisa, yo le cogí a ella
de las caderas, mientras me empotraban y mi cuerpo no cesaba de vibrar, de moverse
al entrar el barco en el muelle. Deje que mi lengua agotada saliera y se
apoyara en ese coñito.
Ella me miro con una sonrisa en los labios, mientras
apoyaba su cabecita rubia entre sus manos, apoyando sus grandes y perfectos
senos contra el colchón, mientras que el chico encima de mí, descargaba todo lo
que tenia en sus cojones dentro de mí, sentí como me llenaba totalmente mi
sexo. Mis manos pasaron de estar en su espalda sudada al caer contra el
colchón, mientras que mis generosos pechos no cesaban de votar, con mis ojos
casi en blanco, mi lengua fuera de mi boca, la saliva cayendo por mi boca, era
la demostración que había tenido mi primer orgasmo. Algo que perdería su
significado después, cuando ella me contara el gran problema de haberse
transformado en mujer.
-Dina que se vaya, joder tuve bastante, fue
impresionante.
La sexy genio chasqueo los dedos y el chico
desapareció de mi cama, yo sonreí y mire a mi amiga:
-Woow así es el orgasmo femenino..
Dina sonrió:
-Bueno Raquel yo aumente tus orgasmos por 10, después
será por 20, después será por 30, que siempre sentirás placer al tener un
orgasmo, cariño.
Yo sonrío y me levante de la cama:
-Genial, me voy a duchar, después me devuelves a mi cuerpo original, ya volveré a ser una mujer otro día….
Dina se quedo pensativa, mientras se vestía, no podía
devolverme mi cuerpo, era imposible ya que nunca aprendió a destranformar a la
gente que transformo en mujer. Ella era la que echaba maldiciones por sus amos
y nunca arreglaba lo hecho. Se miro al espejo mientras solo se escuchaban
gemidos desde el servicio.
Yo salí de la ducha, totalmente desnuda, mojada y con
ese cuerpo voluptuoso lleno de tatuajes, abrí mis brazos mirándola:
-Venga genio, devuélveme mi cuerpo…
Ella trago saliva al escucharme:
-Oye Raquel, Raul ¿Te quieres sentar?
Yo me senté en la cama, cruzando mis perfectas y
largas piernas, puede ser que no fuera muy alta, pero siendo una mujer y al
acostumbrarme a esa altura, hasta yo creía que era algo más alta, más alta que
Dina:
-¿Qué pasa Dina?
-Yo, yo no puedo devolverte tu cuerpo masculino, no sé
cómo hacerlo, te tendrás que quedar así, lo siento…Pero puedes pedirme deseos,
eso es.
Fue como un mazazo ya que mi vida, la vida que tuve
desde crio, ser un hombre fue destruida totalmente, como cualquier hombre quise
experimentar y al final me quede atrapada para siempre con este cuerpo
femenino. Le mire a los ojos enfadada, le mire con el rostro enrojecido,
moviendo mi cuerpo se movía lentamente mientras que me calentaba de odia, mis
senos y mis carnes jugosas se movían lentamente mientras se bañaba en sudor.
-¡¡¡QUEEE, QUEEE YO PARA SIEMPRE UNA MUJER, QUIERO MI
CUERPO, ¡¡¡QUIERO MI CUERPO!!!
Dina se acerco a mi y me cogió de las manos, me miro a
los ojos:
-No puedo transformarte en hombre nuevamente, no puedo
hacer nada nueva ama….
Yo no supe que hacer y me tire en la cama, para romper
a llorar, ella se tiro en la cama, ella con su cuerpo carnoso y voluptuoso,
abrazaba y me cogía de la mano a una maquina del sexo que era yo, no podía
dejar de llorar. No podía.
Ella me acaricio el largo pelo moreno y miro al techo
de la habitación, para devolverme la mirada:
-Puedes pedirme lo que sea ya verás, tendrás una vida
perfecta como mujer, aparte eso un año tuyo son diez para la gente que te
rodea, aparte tu cuerpo nunca mostrara tu edad, solo por dentro…Viviremos más
que nadie.
Yo me quede me silencio pensando en mi nueva vida,
tanto tiempo luchando por todo, por un trabajo, una vida de chico respetado y
por experimentar a hora soy casi una actriz porno, con ese tamaño de melones,
esas caderas, ese culo, este rostro, esos tatuajes no era casi era una actriz
porno, una viciosa. Suspire y mire a la genio que se había quedado dormida
apoyando su cabecita contra mi hombro, vi su cuerpo carnoso y como sus pechos respetaban
la ley de gravedad cayendo contra su cuerpo. Yo observe los míos, que eran tan
grandes, de piel morena y parecía que estaban a reventar por los hinchados que
estaban.
Puse la almohada para que Dina no se despertara y fui
hacia el armario, me vestiría y saldría a la calle, quería desfasar hasta
gritar, quería llevar este cuerpo vicioso que tenia hasta la auto destrucción
de alcohol, drogas y follar como una loca, no volvería a ser un hombre, pero
ahogaría mi dolor con todo aquello, mejor dejar un follable cadáver, que estar
sufriendo para siempre. Siempre seria unas horas.
No tenia la ropa sexy que me había puesto la genio, ya
que me había desnudado totalmente y adiós lo que llevaba puesto, por eso
llevaba una camiseta que me llevaba unas cuantas tallas mas grande, de xxl que
era mi talla masculina a la talla que tenia a hora femenina era muy diferente,
casi me salían los hombros por el cuello de la camiseta y casi los pantalones
se me caían. Con unas zapatillas enormes. La gente me observaba ya que era muy
voluptuosa con aquella ropa.
Hasta que vi una tienda de ropa femenina, cogí con
fuerza mi tarjeta de crédito, a hora que no tenia solución, para que pensar en
el dinero, estos días serian de locura, explotaría este cuerpo hasta el final,
alcohol, sexo, drogas y vestirse como una puta, antes de entrar vi a mi espalda
una peluquería, un sitio para arreglarte las uñas, una zapatería. Raquel Star
nacería.
Al entrar la chica que estaba en el mostrador
rellenando un crucigrama no me hizo mucha atención, yo me desnude frente a ella
y totalmente desnuda con la tarjeta de crédito en la mano le mire, nuestras
miradas se entrecruzaron:
-Viste este cuerpazo.
Unas braguitas negras, mejor dicho, un tanga muy fino,
un sujetador que elevaba más aun esos grandes senos que gastaba, si eran
grandes a hora parecían aún más enormes, un vestido con mucho escote, una falda
muy corta, para mostrar esas perfectas piernas, que enmarcaba ese enorme culo, más
carnoso parecía. Pague con mi tarjeta de crédito y salí descalza para la zapatería,
haciendo que todo el mundo viera este cuerpo, se enamoraran y quisieran hacerme
el amor, el sexo duro.
Salí de la zapatería con unos tacones enormes que hacía
que fuera más alta, era increíble lo bien que me manejaba con ellos, como me
marcaban los gemelos. Me metí en el centro de belleza y me maquillaron, me
arreglaron el pelo, me hicieron las uñas.
Al salir del centro de belleza, cogí de mi mini bolso
un espejito y sonreí y al verme reflejada, a hora estaba preparada para
explotar este cuerpo, explotar hasta morir, de beber, esnifar, fumar y follar,
ya que no tenía vuelta atrás no pararía….
Dina se despertó lentamente, era muy cómodo ese
colchón, más cómodo que sus cientos de cojines de su lampara, la voluptuosa
genio, de pelo rubio que estaba totalmente desnuda, vio que no estaba a su
lado. El genio trago saliva al ver aquello, se puso muy nerviosa, ella creía,
pensaba que tenía toda la culpa de todo aquello, al conceder deseos y no
deshaceros. Dio una palmada y se vistió con una blusa escotada y apretada para
sus carnes, una falda muy corta que apretaba su perfecto y carnoso culo,
también llevaba unos tacones. Se puso unas gafas y poso sus manos en sus
carnosas caderas:
-Raquel donde estas……?
Yo estaba en uno de los bares más oscuros, con peor
fama de Viladecans y allí comencé hacer una apuesta de chupitos que podía
tomar, llevaba una borrachera extrema, pero aguantaba bastante, me había
abierto el escote, había dejado mi sujetador encima de la barra y mostraba mis
senos, mis tetas. Hace tiempo que mis tacones habían terminado muy lejos de
allí.
Estaba con un jovencito de pelo oscuro, corte de pelo
bastante corto, digamos que lo llevaba rapado al 0 y de tez morena y cuerpo
delgaducho, con camiseta ajustada y pantalones apretados, tenía pinta de
reguetonero de esos, de esa música horrenda, pero con la borrachera que llevaba
ya me daba igual.
Nos iban llenando vasos y vasos de chupitos, yo
tragaba y tragaba, pasaba por mi largo cuello el whisky como si fuera agua,
dentro de mi viaje etílico, pude ver de refilón ese paquete que gastaba el
chico, por eso forcé una sonrisa y no me tome el ultimo chupito.
-Woow, me haz ganao, creeeo que zengo, zengo que
paga….
Le mire, a los ojos, me puse bien el pelo, hacia atrás
y me puse de rodillas frente a él, le baje la cremallera y le saque el miembro
viril, parecía que era tan grande como su ignorancia de nini, era un buen
tabuco y mientras que el chico ponía esas caras de gusto, de placer yo le comía
la polla, creo que, por el tiempo, por este cuerpo había aprendido bastante.
Dina se despertó lentamente y se dio cuenta que estaba
totalmente sola en esa cama, observo atontada mientras se despertaba su cuerpo
desnudo, sus grandes pechos, sus carnosos muslos y sus amplias caderas, entre
sus pechos que caían por su peso a sus lados, podía ver su ombligo y su coño
totalmente depilado.
Ella se froto
los ojos y miro a su lado y vio que no estaba, se asustó al pensar que me había
pasado algo, que la desesperación me había llevado hacer algo que no debía.
Se levanto de la cama y dio una palmada, se vistió con
una blusa bastante escotada, mostrando unos pechos bastante apretados, una
falda muy corta alzando y apretando su perfecto culo, jugosos glúteos. Unos
zapatos de tacón que alzaban sus gemelos. Apareció en su mano unas gafas y se
las puso.
La voluptuosa chica rubia fue preguntando por mi por
la pequeña gran ciudad, allí todo el mundo recordaba la voluptuosa chica
morena, era difícil no recordarme, hasta que llego al “Cuatro” Una disco bar
donde bebi hasta la locura y me metí todo lo que me daban mis nuevos fans que
me encontraban en el local.
Poco a poco la genio se llevó la mano a la boca,
impresionada por lo que había hecho, también por convertir el servicio en un
picadero y esnifar farlopa sobre la pica. La chica rubia de senos grandes y
culo carnoso, se quitaba de en medio a los babosos. Salió del disco bar y fue a
la dirección donde estaba, donde estaba esta vez follando.
Una raya sobre el picadero del panda, algo de farlopa
sobre mis enormes senos, para mi nuevo amante, que rápidamente paso su nariz
por ellas, sus manos me acariciaban mis caderas y muslazos, acariciando mi
cuerpo desnudo.
Me giro me cogió mis glúteos y pego mi rostro, mis tetazas contra la ventanilla, mientras me empotraba, mis tetas se expandían contra el frio cristal, mi carrillo pegado contra el por la presión, mientras me empotraba sin cesar.
Siguiendo las pistas que le dieron a Dina, ella me
encontró, encontró el coche en el descampado donde me estaban haciendo el amor,
mejor dicho, practicando sexo sin cesar. Ella se acerco al coche y pico con su
nudillo al cristal, yo con el rostro pegado contra el cristal junto a mis senos
y mis manos le vi fuera del coche. Se bajo lentamente la ventana y mis senos
respiraron junto a mi rostro al no estar tan apretados. Me apoye con fuerza a
la puerta, mientras me daban por el culo, mire a la genio a los ojos:
- ¿Raquel que estás haciendo?
Yo baje la cabeza mientras me penetraban analmente,
cerré los dientes con fuerza y mire a la voluptuosa chica rubia a los ojos:
-Me has fastidiado la vida, quiero desfasar hasta el
límite, jooooder….
La genio chasqueo los dedos y desapareció el chico que
me estaba haciendo que me estaba penetrando analmente, Ella abrió la puerta y
me saco del coche, las dos nos miremos a los ojos, yo desnuda y cruzando los
brazos sobre mis pechos, mientras observaba la oscuridad, había anochecido y
casi no me había dado cuenta. Dina me miro a los ojos:
-No quiero que te auto destruyas.
Yo le mire a los ojos:
-Tienes que cumplir mis deseos ¿No es así? Si quiero
esta vida la tendré, mi genio.
Dina agacho su cabeza y asintió, cumpliría todos mis
deseos, sabiendo que era mi auto destrucción lentamente, por su culpa, llevaría
este cuerpo, esta vida al límite, por ser una mujer, una cosa que fue para
tener una experiencia y a hora seria para siempre.
Al día siguiente ella se sentó en la cama observándome,
mientras que yo comenzaba a calentar, a masturbarme sin cesar, cogiendo mis
senos con fuerza, penetrándome con un nuevo consolador. Ella mientras me
observaba pensaba en una cosa “Orgasmos por 10, después será por 20, después
será por 30” Ella veía que no tenia limite y que tanto tocarme estaría apunto
de explotar, de que mi coño saliese chispas casi.
Dina miro a su alrededor y vio que estaba rodeado de
consoladores, de todos los tamaños y de todas formas, al crear uno mas algo mas
grande me miro a los ojos:
- ¿Raquel ya basta no?