martes, 15 de agosto de 2023

Mi transformación del embarazo

Antes de salir de casa te transformas en una mujer embarazada

Chicas, amor y motos Cap 2

 

Todo estaba en su contra, no era su día para Raul ese viaje que tenia que ser fabuloso, lleno de diversión y relax se convirtió en un desastre, totalmente estresa mente.

No sabia como volver a su casa y no había como había terminado en una gasolinera en pleno desierto. El hombre de unos cuarenta años, que su barba y su cabello estaba totalmente plagado de canas, aparte de aquello con su ropa veraniega remarcaba mas aun sus kilos de más. Se tomaba una cerveza con bastante amargura.

El hombre levanto su mirada y vio aquellas tres mujeres musculosas, con esas apretadas ropas de moteras, sobre todo entre Emma y Miley se fijo en Millie que como sus amigas era enorme en su musculatura, con ese rostro de cría.

La jovencita se tomaba su refresco y sintió como era observada por aquel desconocido hombre, al ser observada sus bíceps se tensaron marcándose con venas, sintió que unas gotas de sudor se resbalaba por sus senos tapados por su chaleco tejano.

Dejo su bebida en la barra y se acercó a Emma:

-Él es perfecto….

La veterana mujer enorme por horas de pesas asintió con la cabeza, miro a Miley y esta


se toco el hombro, moviendo su apretado y musculoso brazo, comenzó a sonreír.

Las dos mujeres se acercaron a Raul bajo los ojos de su jovencita amiga y cogieron de los brazos al obeso hombre, que por la fuerza de las musculosas mujeres no podía moverse, hasta que Emma saco de un bolsillo de su apretado pantalón de látex un trapo con cloroformo y se lo llevo a la boca, nariz a su víctima, dejándolo a merced de ellas.

Las tres mujeres miraron a la voluptuosa camarera y esta sonrió:

-Me importa una polla vuestros vicios, pero si queréis que me no diga nada, me tenéis que hacer feliz……

Miley suspiro y se quito su chaleco tejano mostrando sus perfectos abdominales que se podían rallar queso, sus grandes senos y sus brazos con esos grandes bíceps:

-Vamos…..

La camarera suspiro:

-Yo quería a la niña, pero contigo me basta.

Emma se hecho los cien kilos de hombre a la espalda y salió con Millie del lugar, dirigiéndose a sus motos.