Ya había pasado un par de meses que habíamos contactado los dos, hace meses que la había conocido en una red social, era increíble como conectemos los dos, cuando la conocí me quedé fascinado por su belleza, su figura juvenil, delgaducha, no muy alta de piel blanquecina y suavidad, de pelo oscuro siempre recogido. Esos pechitos pequeños, pero resultones y una dureza y blandeza tan agradable de tocar, siempre esquiva con su edad. Siempre me hizo pensar que ella tenia unos veinte años, pero me hacia dudar tanto. Era una pregunta que no le llegaba a gustar y yo cuando acariciaba su cuerpo, había algo que me hacia sentir como culpable, por la juventud que arrastraba que parecía una adolescente.
Ella me llevo a una cala que ella había encontrado por
internet, le parecía perfecto, le parecía tan bonito y sentía que era la
primera que había encontrado aquel lugar, después de usar el Google heart, fue
salir de la parada del tren y andar durante horas, hasta encontrar ese apartado
lugar. Yo me quede pensativo al ver algunos avisos para que no pasáramos, pero
ella quería encontrarlo:
-¿Espera Millie y si le hacemos caso?
Ella sonrió cogiendo con más fuerza la toalla:
-No y no, quiero encontrarlo, ser a nuestra cala
¿Entiendes Raul?
Yo asentí con la cabeza y fuimos atravesando el
camino, con avisos por todos lados, al llegar pudimos ver un sitio idílico,
parecía salido de una de esas fotos de islas paradisiacas, un lugar de ensueño.
Ella tiro su toalla, se quitó la ropa hasta quedarse
en bikini, apoyo sus manos en sus caderas y se quedo mirando el horizonte,
bañado por el mar salado. Yo suspiré y comencé a quitarme la ropa, era un tipo
pasado de kilos, con la cuarentena echada en mis hombros, pelo canoso y barba
de tres días, no sabía que había visto en mi aquella chica, que decía que tenia
mas de veinte años. Me acerque a ella observando ese culito respingón, me quede
mirando aquel inmenso paisaje.
Ella se giro y me miro a los ojos, me sonrió y yo le
devolví la sonrisa, sabia lo que quería, se llevó la mano hacia la espalda y
tiro del hilo de su fino bikini, que, hasta esos perfectos, pequeños pechos,
los apretaba tanto que parecía que tuviera un par de tallas más, cayo la tela
que le cubría los senos y yo las vi, tan perfectas, tan juveniles. Di un paso
hacia atrás al ver aquello, era bastante rápido.
Se tiro del hilo de la parte del bikini que le
quedaba, que cubría su sexo, su parte mas sexual de su cuerpo, quitándoselo y
quedándose totalmente desnuda frente a mí.
Con gran agilidad, haciendo que votaran sus perfectos
y senos, como su respingón culito, salto hacia mi y tiro de mis pantalones,
dejándolo caer hasta mis pies, ella me empujo de espaldas y pude ver como ella
jugaba con mi pene, le comenzó hacer una felación, yo me aferre con fuerza a la
toalla mientras mi polla se hinchaba en su mano, en su boca.
Ella supo parar de mamarme el pene, cuando la tuve muy
dura, no quería que me corriera tan rápido hasta que la penetrara. Con la polla
tan dura como una piedra, ella se puso encima mío, cogió mi polla y se penetro
su coñito, que entro con algo de dificultad, estaba muy duro. Ella cogió mi
polla con fuerza para ser penetrada, cerro con fuerzas los dientes, se tenso su
cuello, el sudor corría por su cuerpo, sus ojos se cerraron, hasta que sintió
como entraba, como se rompía algo dentro de ella, eso hizo que suspirara y que
comenzara a cabalgar disfrutando esta vez.
Yo le cogí de su culo y levanté mi cabeza, mirándole a
los ojos:
-Espera joder, que te haya costado tanto meterte mi
polla, eso significa que eres virgen ¿Millie que edad tienes?
-Haz que disfrute y de regalo te diré que edad tengo,
cállate….
Sus pechitos votaban sin cesar, ella cogió mis manos y
se las pego a sus senos, tan pequeños como perfectos. Se mordido el labio y
comenzó a disfrutar.
Se tumbo en la toalla, levanto sus caderas y con sus
dos manos abrió sus nalgas, enseñándome en ano para que le comenzara a
penetrar, era tan virginal aquello, yo trague saliva y le cogí de las caderas y
me paso lo mismo con ese coño, me costo meter la polla, por un sitio tan
estrecho, pero lentamente esas carnes se desgarraron, hasta que entro
perfectamente. Ella levanto su cabecita, enrojecida, por lo que estaba
sintiendo, sentía dolor y placer, saco su lengua que se posaba en su carnoso
labio inferior agotada, haciendo su saliva callera por su barbilla. Sus ojos se
entre cerraban entre lágrimas.
Se quedo aliviada al sentir como se rellenaba su ano
con ese liquido blanco. No podía imaginar lo que sabia aquella jovencita de
sexo, de posturas, sin saber aun su edad. Ella me giraba para que le hiciera
toda clase cosas, para saber quién terminaría agotado. Mis manos por los lados
de sus piernas y cogiéndola por la nuca haciendo que se pegaran contra sus
hombros, pegándose contra sus senos, ella encontraba estabilidad en esa trampa
apoyándose con sus finas manos en la toalla, comencé a penetrar su coñito, ella
se sentía atrapada, mientras que nuestra piel se cubría de sudor.
Al comenzar a caer semen de su coño, cayo aun lado
agotada, yo estaba aun más cansado si podría ser, ella me miro buscando algo de
aire, respirando con dificultad, llenado sus pulmones, haciendo que sus pechos
se hincharan un poco, mientras que su cuerpecito brillaba con el sudor:
-Tengo 17 años….
Yo le mire con ojos como platos y ella se levantó,
comenzó a correr para meterse en la playa entre risas, con ese cuerpecito
desnudo. Yo me levante para hablar con
ella. Mientras me pene seguía votando aun en erección. Con nuestros pies
metidos en el agua, le cogí del fino brazo y le miré a los ojos:
-¿Joder, por que no me lo contaste?
-Sera un secreto Raul……O no.
Una ola llego con bastante violencia y nos arrastro
hacia lo mas profundo del lugar, hasta donde más cubría, no podíamos movernos,
ella solo me cogió fuertemente y yo le cogí también, mientras que nos
quedábamos sin oxígenos en nuestros pulmones, era nuestro final.
Sentía algo muy extraño en mi cuerpo, sentía como el
cuerpo de Millie se deshacía entre mis manos, abrí los ojos bajo el agua y pude
ver como desaparecía, pude ver que mis manos se volvían más finas, veía mi
cuerpo cambiando, pero creo que era algo de mis últimos segundos de vida, cerré
los ojos y deje que todo pasara, deje que mi suerte se hiciera conmigo, no
sabia donde estaba ella, pero solo esperaba verla en otro sitio mejor.
Respiré con calma y me di cuenta que estaba en la
orilla, estaba vivo, había sobrevivido. Apoye mis manos contra la arena mojada
para levantar mi cuerpo, tenia que encontrar a Millie.
Al levantar mi
rostro que estaba hundido en la arena de la orilla y abrí los ojos lentamente,
sintiendo el sabor de la arena en mi paladar, sintiendo los diminutos granos de
arena en mis pestañas, sintiendo como me cegaba el sol.
Me pase la mano por el rostro y me quede asombrado al
ver que tenia mis manos mas pequeñas, me mire los dedos con esas diminutas uñas
tan largas, pero mis ojos fueron directamente a mis senos, eran pequeños y
duritos que respetaban la gravedad por su juventud. Asustado me acaricie el
rostro, los pómulos, esos carnosos labios, toque mi liso y sedoso pelo, algo
mas largo de lo que tenia cuando era un hombre.
Di un paso con mis finas piernas y me llevé mis manos
a mi sexo, era tan extrañado al acariciar esos labios vaginales. Era una locura
era una mujer.
Fui hacia nuestra toalla y me deje caer de rodillas,
me acaricie el rostro, mis pequeños pechos, mis caderas, mi respingón culito y
recordé que Millie tenia entre sus cosas un pequeño espejito para maquillarse.
Lo rebusque con nerviosismo y me mire, mire mi rostro, no era una pesadilla, no
era una locura, era ella, era mi joven novia.
Cerré los dientes con fuerza y abrí mi boca para
descargar mi desgarrador dolor, me tire contra la toalla de espaldas, golpeando
mi toalla con mis finas manos y levantando mis también finas piernas:
-Nooo, Nooo-Gritaba con mi fina voz desgarrada.
Me relaje por unos segundos con mis ojos llorosos y
mire a mi alrededor “Espera ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué mi mente, mi cerebro esta
en su cuerpo, por qué? El agua de la playa mezclo nuestros cuerpos, su cuerpo
femenino me consumió y al final mi mente conquisto la suya. Levante mi cabeza y
me levante lentamente, fui a la orilla y vi como las pequeñas olas chocaban
contra la orilla, era una locura mis ideas, pero a hora tenia su cuerpo.
Era tan extraño sentirme tan ligera, me comencé a
mover sintiendo como mis pocas curvas se movían, sentía como mis senos
adolescentes tenia un cierto movimiento, hasta que me tumbe en la toalla, mire
mis dedos y sin pensarlo dos veces los lamí, fui acariciando mi cuerpo.
Acariciando mis senos poniendo mis pezones bastante duros, apretando tanto mis
senos que hacia que se humedecieran los endurecidos pezones.
Acaricie mis finas piernas y caderas, hasta llegar a
la parte que se estaba poniendo mas caliente de mi cuerpo, mi entre pierna.