Después de aquel
encuentro sexual en el aula, Hermione Granger, con su uniforme de colegiala
ajustado y su cabello castaño cayendo seductoramente sobre sus hombros, se
dirigió a las habitaciones del colegio. Sabía que era el lugar perfecto para
satisfacer sus deseos más ocultos.
Entra en la
habitación de Gryffindor, donde se encuentra una cama amplia y acogedora.
Hermione se tumba en ella, deslizando su mano por debajo de su falda de
colegiala. Con movimientos suaves y sensuales, acaricia suavemente sus labios
inferiores, sintiendo cómo su humedad empapa su ropa interior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario