domingo, 6 de septiembre de 2020

Me controlas:Hechizo 2 Cap 4 Mi antiguo cuerpo, mis antiguos recuerdos

Kaley Cuocco es Kaley/Raul

En uno de los gimnasios más lujosos de la ciudad, en donde se pagaban las cuotas más caras, allí estaba la espectacular rubia que me volví a transformar.

Flexionaba mis músculos usando la máquina del gimnasio, sentía como el sudor se resbalaba por mi cuerpo lentamente, ya no recordaba que este cuerpo, el cuerpo de Kaley era físicamente tan perfecto y una atractiva rubia de curvas perfectas. A hora era una ejecutiva, una camarera, una chica florera para cualquier hombre de esa secta que vi aquella noche.

Cogí la toalla y me mire al espejo, me limpie el sudor de mi frente, lo pase por mi pecho, por mi musculoso ombligo y lo pase por mis sobacos, hacia tanto tiempo que no tenia ese cuerpo, no tenia buenos recuerdos de ser ella, quien me diría que volvería a mi vieja transformación.

Bajé mi mirada y vi pasar a Henry Recker un hombre de unos cincuenta años que se cuidaba bastante bien, tenía un cuerpo musculoso, le daba bastante morbo tener una relación sexual con una chica en el gimnasio, esa chica era yo.  El se fue a las saunas, yo me puse la toalla en mi hombro y suspiré, tenia que cumplir esa fantasía. Lo tenia que hacer por Samuel, por la vida perfecta que me costo tanto tener.

Fui hacia las saunas, al entrar tiré mi toalla y abrí la puerta del caluroso lugar, sentí el vapor rápidamente en mi cuerpo, le vi allí frente a mí, estaba desnudo yo forcé una sonrisa y me fui desnudando lentamente frente a el:

-Hola me llamo Kaley y sabes desde hace días te veo entrenar y me pones muy cachonda ¿Quieres hacer otra clase de deporte?

Me estire en uno de los asientos de la sauna y le mire sonriendo, era increíble lo buena actriz me forzaban a ser, el se acerco a mi y me cogió fuertemente de las caderas, comenzó a penetrarme, yo le cogí de sus fuertes espaldas, comencé a gemir al sentir cuando era penetrada, comencé a sudar el doble por el calor de aquella habitación cerrada. Me puse a cuatro patas y el me cogió de mis glúteos y comenzó a penetrar mi ano, comencé a mover mi cabeza, a mover mi largo pelo rubio el me cogió del pelo y tiro con fuerza, paralizando mi movimiento:

-¡¡¡¡SIIIIII!!!!

El salió de la sauna y me dejo allí agotada, yo bañada en sudor me quede pensativa, era tan dura mi nueva vida, ya comenzaba a odiarla con todas mis fuerzas, sentía como una lagrima corría por mi rostro.

Sale del gimnasio con mi mochila y una limusina me recogió, al entrar me derrumbe en su asiento, estaba agotada, sentí como mi cuerpo se volvía a transformar en Emma, cuando paro en un semáforo comencé a cambiarme, me puse la misma ropa que tenía puesta cuando salí de casa. Todo era poco para que Samuel no se diera cuenta, era por su bien, por mi bien.