Dos pollas entrando en mi garganta, mis tetas apretadas al máximo, haciendo que la leche manara sin cesar, mis lagrimas corría por mi rostro y mi nariz era mi única vía posible para respirar. Cogida por las manos, cogida por los pies y sentí que entraba una gran polla por mi culo, desgarrándome analmente.
Al sacar esas
enormes pollas de mi boca pude volver a respirar, pero los dedos apretando mis
glúteos, entrando esa enorme polla en mi culo conseguía que no dejara de
llorar, mientras apretaba con fuerza mis dientes.
Eva Green
sonreía al ver ese espectáculo carnal, de como era violada por su horda de
seres de las mazmorras, por sus orcos, mientras que mi cuerpo se cubría de
sudor.