Dian
se quedó con la boca abierta al ver todo aquello, la chica de pelo
rojizo, bastante rizado, rostro pecoso, cuerpo delgaducho y bastante
alta, observaba como su casa se llenaba de gente, alguien había
informado a todo el instituto que había una fiesta en su casa, el
mismo fin de semana que su madre estaba fuera. Ella estaba asustada,
no era popular y le costaría limpiar todo aquello. Se giró y miro a
Meli su mejor amiga, de pelo castaño claro y bastante corto, cuerpo
delgaducho, algo más baja que su amiga, ella estaba disfrutando con
todo aquello, ella lo había organizado todo:
-¿Por
qué Meli?
-No
querías ser popular, pues lo seremos, ya sabes que no quiero
ensuciar mi casa, la tuya es perfecta....
Dian
suspiro y vieron como una de las chicas se acercaba a ellas con un
vaso de cerveza entre las manos, las chicas las miraron y se rieron:
-Gracias
lesbianas..
Dian
suspiro y miro Meli:
-Esto
llamas popularidad nos siguen tratando como si fuéramos
lesbianas....
-Cariño
espera dentro de unas horas y veras..
Las
chicas se llenaron sus vasos de cerveza y comenzaron a dar una vuelta
por la fiesta, la casa estaba hasta los topes, las dos chicas en vez
de sentirse más cercanas a sus amigas se sentían, más alejadas de
todas. Dian negó con la cabeza y vio en la puerta de su casa un
paquete, fue a cogerlo y su amiga se quedó pensativa al ver ese
paquete.
-Meli
¿Qué puede ser?
-Y
yo que sé qué clase de droga os tomáis en esta casa.
Dian
y Meli fueron hacia el despacho de su madre, cogieron el abre cartas
y sin pensarlo dos veces la anfitriona de la fiesta lo abrió. Las
dos chicas se quedaron asombradas al ver lo que había dentro, era
una extraña maquina con una forma fálica, con dos redondas que
podrían darle la forma de una polla y eso sus pelotas, que tenían
muchos botones.
-Tía
¿Esto qué es?
Dian
le miro extrañada y toco uno de los botones y de esa máquina
comenzó a salir un extraño gas, que se metió en sus cuerpos, las
chicas no dejaron de toser agobiadas. Meli miro a su amiga a los ojos
mientras dejaba de toser:
-Joder
tía.
Su
amiga se apoyó contra la pared bastante mareada y le miro a los
ojos:
-Dian
creo que me iré a casa no me encuentro nada bien....
-Yo
estoy bastante mareada, creo que para mí la fiesta se terminó.
Al
decir eso Dian se derrumbó y se quedó dormida en el suelo del
despacho de su madre, Meli negó con la cabeza y salió de allí, se
fue a su casa y al abrir la puerta de desmayo en el recibidor, fuera
lo que fuera les había hecho algo en sus cuerpos.
Dian
se despertó poco a poco y vio que ya nadie estaba en su casa, todo
estaba por medio, latas, comida, era un pequeño desastre, la chica
se levantó poco a poco y se sintió extraña, se tocó su entre
pierna le dolía bastante. Se abrió los pantalones para saber lo que
estaba pasando. Pudo ver que estaba creciendo algo en sus bragas,
ella se asustó y se las bajo.
Pudo
ver como entre sus piernas, donde tenía su coño nacía una gran
polla, algo tan duro, algo tan grande como su entre brazo. Ella lo
miro asustada ya que no podía creer que le hubiera crecido una
polla, era una chica y eso era imposible. La miro con miedo y la
comenzó a tocar, era extraño el tacto ya que nunca había tocado
una. Sentía como latía en su mano, como estaba tan dura y caliente.
Con miedo comenzó a bajar las pieles y subirla, se estaba
masturbando y estaba sintiendo un extraño placer, no quería seguir,
pero le estaba gustando. Se mordió el labio con mucho placer y al
final se terminó corriendo. Una larga corrida que le dejo la mano
llena de semen.
Meli
se levantó poco a poco y se fue hacia su habitación, se sentía
rara, algo estaba pasando en su cuerpo, se tumbó en su cama y
comenzó a sentir algo entre sus piernas, se quitó el cinturón y se
desabrocho los botones de su pantalón, pudo ver como una gran polla
se alzaba tan dura y tan grande, ella la toco con miedo, no podía
creer que tuviera una polla ya que era una chica. Sentía su calor,
sentía como se ponía muy dura entre sus dedos.
Comenzó
a masturbarse, a bajar pieles y subir pieles, hasta que se mordió el
labio al correrse, sentía un extremo placer. El semen llego a darle
en toda la cara y ella escupió lo que se metió en su boca, se
levantó y fue llamar a su amiga, andando con dificultad con esa
polla tan grande como y muy dura.
Dian
se tumbó en el sofá y cogió el teléfono, solo podía ver como esa
polla seguía súper dura, no bajaba y tenía ganas de seguir
jugando, quería que se masturbara nuevamente, ella quería llamar
por teléfono y hablar con su amiga Meli. Tras una larga llamada y
antes que se cortara fue cogida y se escuchó la voz de su amiga al
otro lado:
-Meli,
necesito ayuda....
Meli
estaba tumbada en la cama y mientras hablaba con su amiga se estaba
masturbando, no paraba de hacerlo, se había corrido unas cinco
veces, se mordía el labio por placer que sentía al tocarse ese gran
miembro:
-Mmm
¿Problemas? Yo estoy en la gloria....
Dian
negó con la cabeza y sintió una gran presión, necesitaba tocarse,
necesitaba también masturbarse, comenzó a tocarse y al bajarse la
piel vio ese gran capullo. Se masturbo sin cesar mientras hablaba con
su amiga:
-Siiiiii,
siii Meli tengo una polla necesito verte por favor...
-Tu
también, mmm, necesito verte.
Al
rato Meli fue a casa de su amiga, se había vestido con un chándal
bastante amplio para taparse esa gran polla que le había crecido,
con una sudadera con capucha, parecía que fuera a vender drogas.
Pico un par de veces a la puerta de su amiga y al abrirse pudo ver el
rostro de su amiga Dian.
Al
entrar vio a su amiga pegada contra la pared para tapar lo que le
había crecido, esa enorme polla.
-Me
ha crecido una polla y es enorme...
-Como
ami.
Meli
se quitó la capucha y se bajó los pantalones poco a poco, su polla
se levantó con fuerza, estaba hinchada, estaba muy dura, llena de
venas. Dian trago saliva y se giró, tenía la polla atrapada en su
pantalón tejano, se notaba el bulto. Su amiga sonrió:
-Vamos
quiero verla.
Dian
suspiro agobiada, sentía dolor por tener su polla tan apretada, se
abrió el pantalón y esa gran polla resurgió poco a poco, sus
pollas se pegaron la una contra la otra, como si fueran dos sables.
Las
dos chicas se excitaron bastante cuando sus pollas se tocaron la una
a la otra Dian miro a su amiga Meli a los ojos, estaban tan excitadas
por aquello al sentir el calor de sus pollas. Las chicas se cogieron
las pollas de la una a la otra y se comenzaron a masturbar la una a
la otra. Se mordían los labios excitadas. Hasta que sus manos se
llenaron de semen, llegando a un largo orgasmo. Las chicas se
lamieron los labios y se comenzaron a desnudar, se cogieron de las
manos y se fueron al gran salón. Dian se sentó en el sofá y le
comenzó a comer la polla Meli, eran precipitantes en aquello del
sexo pero aquello le excitaba bastante y les convertían en unas
expertas por dejarse llevar por sus cuerpos. Se tumbaron en el sofá
en el inmenso sofá que con sus cuerpos reducidos de adolescentes,
delgaduchas y de lolitas. Hicieron el 69 comiéndose sus pollas,
estaban tan obsesionadas por darse placer la una a la otra, sus
cuerpos bañados de sudor.
Meli
cogió fuertemente de las caderas a su amiga Dian le comenzó a
penetrar analmente, mientras que su amiga se masturbaba sin cesar,
sentía doble placer entre la penetración y la masturbación:
-Dian
estoy a punto de explotar, te deseo mucho.
-No
pares, no pares.…
Las
dos chicas se comenzaron a masturbar sin cesar, estaban muertas de
placer, se miraban
a los ojos mientras que cada una se masturbaba
su
propia polla, se besaron mientras que se corrían,
las dos cayeron contra el sofá
agotadas y llenas de sudor. Se miraron los dedos llenos de semen, una
a la otra se metieron los dedos en la boca, disfrutaron
del sabor salado de su semen. La
energía
era inagotable ya que fueron las dos al servicio y se metieron en la
ducha para seguir follando nuevamente. Dian se apoyo contra la pared
mientras que Meli le cogía
de la cintura y le penetraba analmente, ella se estuvo masturbando
mientras le penetraban analmente.
Meli
se corrió en el ano de su amiga y esta se corrió también, haciendo
que el semen de las dos se perdiera por el desagüe.
Se
pusieron unas toallas para taparse su desnudez y se sentaron en el
sofá, apretando Meli y Dian con fuerza sus piernas para no ponerse
nuevamente cachondas, se miraron a los ojos sonriendo, era genial
estar siempre tan cachondas:
-Por
que no vamos a buscar a chicas de nuestro instituto, me quiero follar
a todas-Dijo Dian.