-No, no me puedes querer yo soy una chica muy extraña, puede ser que no este aquí mañana-Dijo Jasmira pensando que podría encontrar su cura para volver a ser un chico.
Chin le guiño un ojo:
-Oye querida amiga, mi admirada chica rubia de senos grandes como los mio, quiero que cuentes conmigo para todo....
Jasmira sonrió:
-Si, si claro voy al servicio un instante y te contare una cosa de tallas de sujetador que pasa en el colegio, esperame.....
Jasmira entro en el servicio y se abrió la blusa, vio esos grandes y redondos pechos, se miro los pechos gracias al reflejo del espejo:
-Vamos crece....
Vio como sus pechos comenzaron a crecer sin cesar pegándose contra la pared, teniéndola apretada sin poder moverse, las cogió con fuerza pero no se podía mover al estar apretada contra dos paredes, sintió como unas gotas de leche materna caía por sus pezones, resbalándose por la pared. Respiro con calma y sus pechos volvieron a encoger, hasta volver a la talla normal. En la habitación estaba Chin, cogió el móvil y llamo a Lisney:
-Ya tengo una chica perfecta para saber los efectos de la formula, pero ella es extraña sus pechos crecen sin parar, pero prometeme que se quedara conmigo....
Julia abrió la puerta de la habitación y entro ella y Míriam, allí en la cama estaba una de las clientes de Míriam tumbada en la cama con dos pechos tan grandes como pelotas de playa, pero no podía moverse. Míriam y Julia se miraron una a la otra:
-Ves lo que pasa con la formula.....Te crecen los pechos sin cesar y gracias que son pocas que le pasan esos.
Julia abrió la puerta de la habitación y entro ella y Míriam, allí en la cama estaba una de las clientes de Míriam tumbada en la cama con dos pechos tan grandes como pelotas de playa, pero no podía moverse. Míriam y Julia se miraron una a la otra:
-Ves lo que pasa con la formula.....Te crecen los pechos sin cesar y gracias que son pocas que le pasan esos.
La chica de pechos tan grandes como pelotas de playa estaba inmóvil en la cama, no se podía mover, ya le costaba cogerse los grandes pechos, sentían como se hinchaban como comenzaron a soltar leche materna a borbotones, Julia miro a su amiga y se puso unos guantes de goma, Míriam al verla también se los puso, las dos se miraron a los ojos y asintieron, sabían lo que tenían que hacer, se aferraron a los grandes pechos de la chica, con el peso la cama se rompió.
Julia miro a Míriam y suspiro:
-Maldita seas pedazo de idiota por la forma de ganar dinero, ojala pudiera hacer que sus pechos crecieran menos, que crecieran como los míos.
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