domingo, 29 de marzo de 2020

Moldeable Feminidad


Eric un joven de unos 16 años como cada noche se asomaba por su pequeña ventana de su habitación, no es muy alto, de pelo oscuro y rostro aniñado, cuerpo delgaducho. Como cada noche el chico sabía que su vecina se duchaba, él se escondía entre las cortinas y veía como su vecina Patricia se duchaba. El chico tenia suerte que desde su ventana se podría ver el cuerpo desnudo de su vecina, mientras que el agua acariciaba su piel, mientras que se enjabonaba su cuerpo desnudo. El chico disfrutaba el mismo día a la misma hora en ver aquello. Patricia es una chica de unos 26 años, pelo oscuro y medio largo, rostro aniñado, no era muy alta, tenía generosos pechos y un culito perfecto. 


El chico disfrutaba al ver ese cuerpo en la ducha, entre sus cortinas mientras se escondía el chico se tocaba, pensando en que podría acariciar ese cuerpo tan perfecto. Que se duchaba junto a ella y perdía la virginidad con ella.

La chica se relajaba tranquilamente sin pensar que era espiada, estaba sumida en su ingenuidad, no imaginaria nunca que un adolescente se tocaba al verla desnuda desde su ventana. Hasta que escucho un extraño ruido desde su ventana, la chica se asomó para saber que ruido era aquel y vio una silueta que le observaba, se asustó y cogió una toalla para taparse, era increíble alguien le observaba.


Eric negó con la cabeza al ver aquello, había sido descubierto, aparte de todo eso tenía algo entre las piernas que solucionar, una erección por ver a Patricia duchándose. Suspiro y tuvo que despedirse de ver a Patricia duchándose, tendría que usar su imaginación para terminar. El chico comenzó a tocarse y a masturbarse, tendría que hacerlo para bajar la bandera. La tenía tan dura como una piedra, era tan fácil al ver a su vecina. 


Patricia enfadada se vistió rápidamente y fue a casa de su vecino tendría que decirle un par de cosas, podría hasta llamar a la policía. Salió de casa y subió por las escaleras, hasta el piso de donde era el piso del mirón. Comenzó a picar a la puerta. Eric fue abrir y cuando vio por la mirilla que era Patricia se asustó bastante. No sabría qué hacer con esa situación, le echaría la bronca su vecina.

Tras la puerta Patricia daba golpes con su puño para que abriera, había escuchado una respiración y quería que le abrieran. El chico tras la puerta forzó una voz femenina:


-Un momento ya abro, espere…

A Eric solo se le había escuchado imitar la voz de una mujer para engañar a su vecina, pero su vecina esperaba una mujer a hora. Corrió hacia el servicio y tuvo que hacerse unas cuantas cosas para ser una mujer para ella.

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