El gran experimento femenino Cap 17 La gran Chin

Julia sonrió acariciando el rostro de su amiga:

-Primero te pondré guapa y después ya veras Jasmira....

Míriam se apoyo contra la puerta esperando a sus dos amigas, estuvo pensando en como seguir ganando dinero con esa formula, como las chicas del colegio quisieran tener los pechos enormes por algo de dinero. Miro al suelo y al levantar su mirada vio a una chica asiática que era a hora Charles, con una camiseta de tirantes apretando sus enormes melones, una pantalones muy cortos y calcetines rosas, zapatillas de deporte. Míriam le miro y se fijo en los enormes melones de la chica, de esos pezones que se le marcaban.

-Hola soy Chin y soy nueva en el instituto-Dijo la chica asiática poniéndose bien los senos-Tengo costumbres de chico por que soy la única hija de cuatro hermanos....

Míriam abrió la puerta de la habitación y por la presión de los pechos enormes de Chin cayo contra el suelo, Jasmira cogió aire esperando que sus pechos cabieran en esos sujetadores especiales, de tamaño mas grande lo normal y le costaba ponérselo, Julia apretaba como podía para que sus amigas le cupieran esos grandes pechos dentro del sujetador, llevaba puesto una camiseta muy apretada esperando que su amiga le ayudara a ponerse el sujetador también a ella. Las dos chicas vieron a Chin y como Míriam se levantaba del suelo como podía, las dos chicas se quedaron mirando aquella chica asiática sobre todo esos grandes pechos que gastaba, la chica asiática se llevo las manos a sus caderas sonriendo:

-Hola ¿Eres Jasmira? Escuche hablar tanto de ti.

Míriam se levanto del suelo mirando a sus amigas y trago saliva:

-Claro la mas famosa por tener las tetas mas grandes del instituto..

Julia negó con la cabeza al escuchar a Míriam mientras consiguió ponerle el sujetador a su amiga:

-No le hagas caso Jasmira es por que eres la chica nueva del instituto.

Jasmira se puso la blusa que le dio Julia y le dio la mano a Chin, Julia mientras tanto se quitaba la camiseta y Míriam le ayudaba a ponerse el sujetador, era lo malo de tener unas tallas desproporcionadas de senos:

-Hola soy Jasmira y tu eres....

Chin sonrió y miro a los ojos a Jasmira estaba muy enamorada de la chica rubia desde que era un hombre:

-Soy Chin la chica nueva del instituto.....

Julia sonrió al poder ponerse el sujetador, se puso una camiseta rosa, se comenzó a poner los pantalones apretados tejanos:

-Que casualidad también Jasmira es nueva en el instituto...

Míriam sonrió al escucharle y recibió una llamada a su móvil, al cogerlo escucho una voz de una chica que le habia vendido la formula "Míriam, Míriam ayudame mis pechos no dejan de crecer socorro" Míriam suspiro y miro a Julia:

-¿Julia te vienes conmigo? Tenemos un crecimiento de tetas en una de las habitaciones...

Julia suspiro y miro a Míriam, se acerco a la puerta:

-Bueno, bueno vamos Jasmira quedate con Chin y le explicas como es el instituto...

Julia y Míriam salio dela habitación y dejaron a la chica rubia de grandes senos y la asiática de la misma talla de pechos. Jasmira sonrió algo tímida, podría tener lo mismo que su nueva amiga pero por dentro seguía siendo un chico tímido. Chin se acerco a Jasmira y se pego contra ella, esos cuatro senos apretados unos contra otros, Jasmira sonrió avergonzada y una gota de sudor se resbalo por su frente, paso por su fino cuello y termino entre sus dos grandes senos. La chica asiática le miro a los ojos:

-Quiero que sepas que me gustas mucho Jasmira desde el primer día que te vi..

Jasmira abrió los ojos como platos y cerro los dientes fuertemente, estaba muerta de miedo ante alguien la quería, pero sintió como los senos le crecieron cuatro tallas mas, comenzaron a darse de si las tiras del sujetador, hasta que se rompieron, se cogió los pechos con fuerza con las manos, tapando su rostro, Chin le miro asombrada y con la poca visualidad de Jasmira que tenia entre sus grandes pechos vio como su amiga se habia separado de ella, al tranquilizarse sus pechos comenzaron a encoger volviendo a tener la talla tan grandes que tenia, pero al menos volvían a su talla que podía controlar.