Mis amantes las Vampiras Cap 1 El castillo

Elvira

Una noche lluviosa, un camino embarrado y allí es donde el coche de Martín y Cristina se quedo atrapado, por culpa del barro las ruedas estaban tan hundidas que no podían salir. Los chicos habían salido de la fiesta de primavera del instituto y habían cogido un sendero antiguo para llegar antes a casa, pero por la lluvia se quedaron allí parados en la nada. Estaba la oscuridad y la lluvia para ellos solos. Cristina suspiro mirando a su novio, ella una chica rubia de pelo corto y de cuerpo delgaducho, atlético y con un perfecto traje de fiesta. Ella miraba a su novio con mucho odio, habían discutido y la guinda del pastel era aquello. Martín cogía con fuerzas el volante, estaba estresado y enfadado, el chico de pelo oscuro y bastante corto, físico atlético, de la misma altura que su novia.

-Martín te lo dije, es que te lo dije no era buena ir por este camino y eres idiota….

Martín se llevo las manos a la cara:

-Sabes una cosa, vamos a ir a buscar ayuda los dos ya que eres tan lista.

Cristina se miro el traje de fiesta y negó con la cabeza:

-Eres idiota se me mojara mi ropa y es muy cara, se estropeara….

Martín abrió la puerta del coche y salio, le daba igual mojarse o resfriarse, pero ver como se mojaba y se le estropeaba el traje era lo mejor del mundo:

-¿No eres tan lista? Ven conmigo y asegurate que encuentre ayuda…..

Cristina salio del coche enfadada y comenzó andar por el camino embarrado, hundiendo sus tacones en el barro:

-Sera gilipollas.

Los chicos fueron andando por el camino viejo, que se hundían en el barro paso a paso que daban, un relámpago hizo que se iluminara un castillo no muy lejos de allí, los dos chicos se miraron a los ojos con miedo, pero eran tan orgullosos que no querían que se notara:

-Lo ves Martín allí tendremos ayuda…

Martín negó con la cabeza:

-Lo se no estoy ciego…

Al llegar a la puerta del castillo Cristina y Martín se pararon frente a la puerta, la chica suspiro y golpeo la puerta de madera antigua, los dos chicos se miraron con miedo y escucharon unos pasos, Cristina con miedo cogió de la mano a Martín y la apretó con fuerza, Martín le devolvió el apretón un poco mas débil para no hacerle daño, para darle seguridad y para tener el algo de valor.

La puerta se abrió y allí estaba una mujer vestida de negro, muy voluntuosa con un escote de infarto, con una larga falda, de tez blanquecina y maquillada con colores oscuros. Con una vela entre las manos

-¿Hola chicos que queréis?

Cristina respiro con calma y miro a Martín:

-Aqui el estúpido de mi novio a hundido el coche en el barro ¿Nos puede ayudar?

Martín negó con la cabeza y sus ojos se fueron al escote de la señora del castillo:

-Si, eso es…

La mujer sonrió al escucharles:

-Me llamo Elvira y por favor pasar, tendréis que pasar la noche en mi castillo por que hasta mañana no viene mi sirvienta con el coche, no tengo ni luz, ni teléfono….Pasar.