lunes, 30 de marzo de 2020

Increibles Embarazos Cap 1 Huida


La nave Feith 700 era atacada por las naves del imperio Durting, las chispas saltaban y la gigantesca nave está a punto de explotar dejando un recuerdo entre las estrellas. Los soldados rebeldes querían seguir luchando pero Britmani no pensaba hacerlo, era una mercenaria que había sido atrapada por ellos y querían juzgarla en su planeta secreto en alguna galaxia cercana. La chica de unos veinte años, no muy alta con su pelo rojizo que le llegaba hasta el suelo, vestía su delgaducho cuerpo con un traje de látex. La chica mientras que los rebeldes luchaban buscaba una capsula de salvamiento. Le encontró y abrió la primera puerta, pero se encontró una segunda que le daba las instrucciones de cómo se usaba. 


-Lo que sea para escapar de esta locura…Quiero seguir robando.


Leyó por encima lo que ponía la puerta antes de abrirla, desnudarse, sentarse en el asiento y apretar el botón rojo. La chica se desnudó y se cubrió un poco su desnudez con su largo pelo, entro dentro de la capsula de escape y le dio al botón rojo. La capsula se llenó de un extraño liquido viscoso, Britmani se asustó cuando el líquido le llego por las caderas, aun mas cuando le llego por los hombros, tenía miedo al ahogarse. Cuando ese líquido llego a su rostro se dio cuenta que podía respirar, ese líquido era compuesto también por oxígeno. Se quedó en un estado como paralizado. Frente a ella se abrió una brecha de color blanco cuasi cegador. Poco a poco ella fue entrando con todo el líquido en esa brecha. 


Susan una joven de unos 20 años que había llegado a la puerta de su casa, la chica había pasado mucho tiempo en la universidad y al final podría estar nuevamente con su madre para hacerle compañía, ahorrarse el alquiler de un apartamento. La chica de pelo oscuro y cuerpo delgaducho, no muy alta cogió su maleta y entro en la portería del gigantesco rascacielos. Pico al botón del ascensor y espero que la puerta se abriera, al abrirse entro con su maleta, era todo tan familiar para ella, hasta la música repetitiva del ascensor. Al salir fue directo a picar a la puerta, espero con una sonrisa en los labios, espero que abriera su madre Megan. Se abrió la puerta y hay estaba ella una mujer algo más alta que su hija, pelo castaño oscuro, de unos cincuenta años. Cuerpo exuberante con un pronunciado escote, culo carnoso con un apretado pantalón tejano. La mujer al ver a su hija le dio un abrazo, las dos mujeres estaban contentas por verse. 


-Hola mama, que ganas tengo de venir a vivir contigo….

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