jueves, 9 de junio de 2022

Musculoso amor Cap 1 Un chico muy normal

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El chico está terminando el trabajo, había fregado toda pizzería y estaba deseando poder salir de allí y poder coger el autobús, para poder llegar a casa y tirarse en la cama.

El chico tenía pocos menos de veinte años y tenía que pagarse sus estudios de arte haciendo varios trabajos. Lucas no era muy alto de cuerpo delgaducho, pelo castaño claro y rostro aniñado, compartía piso con su mejor amigo y su hermana. Los dos se quedaron solos desde que murieron sus padres en ese extraño accidente cuando era muy pequeño, sus tíos se hicieron cargo de él y de Sofia.

Hasta que su hermana llego a la mayoría de edad, se independizo y buscaron un nuevo hogar para los dos. Aun que tuvieron que compartir los gastos con su mejor amigo desde el colegio.

El chico respiro con calma y paso la última pasada con su fregona, el chico sonrió y se acercó a la puerta, estaba deseando coger el autobús y volver a su pequeño pueblo, estaba casi terminando.

Creyó escuchar unos gritos y eso hizo que el chico saliera de la tienda para saber de dónde provenían, no había mucha luz en la calle desde que se fundió la farola, solo podía escuchar un grito femenino y unos pasos. El chico negó con la cabeza forzando su mirada, para ver algo.

Alguien choco con él y gracias a la tenue luz que provenía del restaurante pude ver a una chica de su edad, una chica no muy alta, con apariencia de cría, de largo pelo oscuro, con gafas que caían sobre su fina y delicada nariz. Vestía de negro muy estilo gótico, con una blusa muy apretada con escote bastante pronunciado, pero sus senos eran tan pequeños que no destacaban nada.

-Chico, chico ayúdame por favor....

Lucas no lo pensó dos veces y abrió la puerta, entraron los dos, rápidamente la cerro y bajo la persiana. La chica le miro con miedo, sin saber si podría escapar, el chico que le había salvado le miro a los ojos y le hizo callar, llevándose un dedo a sus labios:

-Silencio....

Escucharon los pasos de los perseguidores de la chica, como pasaron de largo. El chico conto hasta diez para poder pensar que ya había pasado el peligro:

-1,2,3,4 Creo que ya está....

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