viernes, 5 de agosto de 2022

Las mujeres Guerreras Cap 16 Miedo

 -Esa mujer se llama Kreller, es la hija de la líder de las

Saquian. Me enfrente contra su madre hace tanto tiempo y después de un
enfrentamiento épico ella murió por mi espada. Podría jurar que sonrió al ver
que yo la mataba. Al tener un enfrentamiento tan glorioso. Ya lo dijo la madre
de Lennia "buscaran venganza" y esa venganza creció en el cuerpo de Kreller.

-La madre de Lennia también.........

-Tras la muerte de la líder de las Saquian, una maldita
flecha atravesó el corazón de la única mujer que amado. Puede ser que busque
consuelo carnalmente pero nadie como la madre de Lennia llenaría mi corazón........

La mano de Tranner se poso en el hombro de Helen, podrían a
ver muchas guerreras pero solo confiaba en ella.

-Quiero que protejas a mi querida hija, confió en ti.

Sonrió al escuchar aquellas palabras suponiendo que no sabia
nada de su relación, Helen se dirigió hacia los aposentos de Lennia. Miro a su
espalda viendo a Tranner cruzada de brazos y sonriendo:

-Se que ella esta enamorada de ti, se una mujer y protege a
tu amor. Protege a mi niña.......

Helen vio como Lennia se ocupaba de acostar a las niñas, esas
crías que se quedaron huérfanas. Para la hija de la líder del clan era
importante cuidar de esas niñas, no quería que se sintieran solas. Le recordaba
mucho a ella con su edad, la perdida de su madre y el sufrimiento de perder en
cualquier momento a Tranner era constante.

Lennia vio a Helen y le hizo un gesto para que se acercara. Ella
respiro profundamente acariciando el rostro de su amada, vio como las inocentes
niñas dormían plácidamente.

-Las quiero como si fueran mis hijas-Dijo Lennia.

La noche estaba bañada por las estrellas, con un silencio imposible de romper. Extrañamente se respiraba demasiada paz, parecía que ya estaba olvidado lo que paso horas atrás. Parecía que la idea de una nueva guerra solo hubiera sido una pesadilla pasajera. Parecía que Kreller jamás hubiera existido ni la sicópata de Sara. Helen accedió a dar una vuelta con Lennia sabiendo que estaría segura a su lado, quería estar unos momentos solo con ella. Que mejor sitio donde recibió su primer beso, el lago.

Las dos mujeres se quedaron en silencio mirando el reflejo de la luna en el lago, había muchos sentimientos que querían salir a la luz entre ellas. Pero no se atrevían a espesarlos. Pero sus manos se entre cruzaron eso hizo que sus miradas se cruzaran tímidamente. Podría ser que fuera su nueva condición pero Helen se sentía diferente, más sensible en algunos momentos. Como intentado hablar de sus sentimientos. Cuando era un hombre jamás había hablado de esas cosas, hora luchaban por salir a la luz.

-Tuve miedo que no volvieras Helen-Dijo Lennia.

-Sabes que fue lo primero que pensé antes de enfrentarme a la muerte, en ti.

Lennia poso su cabeza en el hombro de Helen, ese momento jamás se hubiera roto. Pero algo comenzó arder entre las dos mujeres. Lennia soñaba en entregarse carnalmente a la mujer que amara hasta lo más hondo de su alma. Helen veía el bonito cuerpo de Lennia, se convertía en algo tan tentador. Que tuvo que acariciar su brazo lentamente, sintió la suave piel de su amada entre sus dedos. Lennia le entrego un beso y sus manos se deslizaron a bajar la cremallera de su traje militar, lentamente descubrió ante sus ojos su cuerpo desnudo.

Lennia desnudo a Helen y le obligo a tumbarse en la hierva. Ella respiraba lentamente sin saber lo que le esperaba. Se sentía débil e indefensa mientras sentía esa lengua en la parte más sensible de su cuerpo. Sentía un fuerte calor en su cuerpo, parecía que todas esas estrellas que le miraban dieran calor, sentía como ese extraño placer entre sus piernas la fuera derritiendo de placer. Se llevo sus dedos a la boca para no gritar de placer, unas lágrimas cayeron por su rostro, estaba emocionada por ese nuevo placer. Lennia miro a los ojos a Helen y se desnudo ante ella. Las dos mujeres jugaron con sus cuerpos para darse placer.

Lennia rodeo con sus brazos a Helen esta miraba tímidamente al suelo, no era capaz de mirarla a los ojos. Se sentía tan extraña siendo manejada sexualmente de aquella manera, Lennia poso su frente con ella y le sonrió:

-Sabes, tu as sido la primera.-Dijo Lennia

-Te parecerá una locura, pero tú también as sido la primera para mí.

Ciertamente era la primera mujer que le hacia el amor a Helen, era la primera vez que lo hacia desde que era un mujer. Era la primera vez que sexualmente se sentía como una mujer, sintiéndose manejada y débil en el sexo.

Se metieron lentamente en las aguas del lago, se cogieron de las manos y comenzaron a hundirse lentamente en el agua. Al coger otra vez aire, se quedaron mirando en silencio. Con sus ojos se decían todo. Con una mirada estarían unidas para siempre.

Sara estaba sentada ante la gran hoguera, respiraba tranquila pero sus ojos estaban clavados en el fuego, como consumía lentamente la madera. Kreller le gustaba demasiado las mujeres duras, le gustaba sentirse domada y tener una relación violentamente carnal. Al ver a Sara ella se acercó a ella. Se sentó junto a ella, el silencio era casi glacial imposible de romper. Kreller se relamió y cogió fuertemente el rostro de Sara y la beso. Cogió algo de aire y le ofreció una sonrisa:

-Porque no juegas un poco con Kreller, soy la líder. Necesito algo de pasión.

Sara se quedo en silencio, su hermana era demasiado pura y débil para entregarse de aquella manera.

"No puede ser, Sara es pura, nadie debe tocarla, nadie tiene que jugar con ella a juegos sucios"

Sara dio un fuerte empujón a Kreller y le miro enojada, se levanto y sus miradas se quedaron clavadas.

Kreller se desnudo sinuosamente cogió a Sara de la mano e intento besarla. Las dos mujeres se enfrentaban violentamente, se arrancaban la ropa y se pegaban. Sus cuerpos desnudos lucían ante el fuego. Su comportamiento era como los animales, se tiraban de los pelos y se besan entre violentos gestos. Sara intentaba por todos los medios que Kreller no violara el cuerpo de su hermana, algo tan sagrado para ella.

Kreller consiguió cansar a Sara y dejarla en el suelo, estaba agotada y comenzaba a sentir las caricias en sus partes más sensibles, zonas intocables de pureza. Gritaba sin cesar cuando comenzó a sentir placer. Una fuerte patada en todo el rostro de Kreller hizo que esta parara, Sara la cogió del brazo retorciéndoselo.

-Sara es intocable-Dijo Sara.

Sara recogió su ropa del suelo y furiosa se alejó de Kreller, esta sonreía ya que el dolor era lo que buscaba, había tenido un jugoso orgasmo.

-Así me gusta pequeña.

El cuerpo de su hermana era intocable, nadie tendría que hacerle daño, pasaría toda su vida intentado buscar su perdón. Dexter tenia que pagar con ser a hora su amada hermana, sentía que en ese cuerpo femenino se habían dos personas que luchaban por salir y una chica débil e indefensa deseando verse morir otra vez. El dolor venia de lo más profundo de su mente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario