El chico suspiro y subió al tren que le llevaría su prisión de hormigón, esa maldita fabrica japonesa para trabajar esas dichosas 8 horas, pero el largo viaje se hizo algo mas pasajero al pensar que podría encontrarse con esas chicas idols y saber donde estaban en el mundo virtual y donde las podría encontrar. Pudo conseguir un asiento y vigilo a todo el mundo que entraba y salia, mientras que su tren pasaba por Europa, se fijo en uno de los pasajeros y vio que llevaban puesto unas gafas virtuales y unos guantes especiales para jugar, eso significaba que estaba en el mundo virtual:
-Eso me aria falta...
Hitomi Tanaka es Oscar Solorzano |
Oscar Solorzano no se dio cuenta que sus ojos e volvían algo mas rasgados, su pelo se estaba volviendo algo mas oscuro y su rostro se estaba volviendo mas afeminado, volviéndose mas redondo, sin darse cuenta su cuerpo se estaba hinchando un poco, las caderas, los muslos, el culo.
Suspiro y al llegar a su parada se bajo rápidamente, no había visto aquellas chicas asiáticas por ningún lado, solo esperaba que a su vuelta se las encontrara, bajo por una de las calles que llevaban a la fabrica y se quedo sorprendido allí estaban aquellas dos chicas que estaba buscando. Una de ellas se llamaba Timiku y tenia el pelo rojizo, un vestido negro, con un las botas que le llegaban hasta la rodilla y la otra se llamaba Sumiku de pelo verde fluorescente, vestía de blanco con un tu-tu, con unas chancletas azules.
Oscar corrió hacia ellas, sin darse cuenta que su culo que había ganado algunos kilos no cesaba de votar y sus muslos rozaban entre ellos, sus caderas estaban creciendo, como su rostro se volvió mas redondo, su pelo oscuro estaba creciendo:
-Chicas, chicas esperar....
Timiku miro a Sumiku y sonrió al ver como ese chico se acercaba a ellas:
-Sumiku tenemos un fan.....
Oscar no sabia por que le costaba correr, su cuerpo le pesaba y se paro frente a ellas:
-Hola chicas, soy un chico que conociste en el tren, me recomendasteis el mundo virtual...
Sumiku sonrío y se dio cuenta que el juego estaba cambiando al chico como les había cambiado a ellas hace tiempo:
-Timiku, creo que a este chico le esta cambiando el juego como nos cambio a nosotras ¿Que quieres tonto?
Oscar Solorzano respiro con dificultad:
-¿Que? Como os puedo encontrar en el juego ¿Como os llamáis?
Las chicas se señalaron a ellas y sonrieron:
-Yo soy Sumiku y yo Timiku-Dijeron las chicas a la vez.
Oscar sonrió al escucharlas, ellas se giraron y fueron subiendo la calle:
-Pero de Sumikus hay tres millones y de Timikus también busca entre uno y el infinito la cifra que añadieron a nuestros nombres.....Je-Dijo Timiku.
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