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-Cariño lo venia venir, tu comportamiento y me imagino que la única forma que ara que te ayude es follar con él.
Talia bajo la cabeza:
-Si y me da mucho asco como ser humano, se que mi novio le odia por imitar su estilo, por quitarle trabajos y encima me estuvo mandando mensajes pervertido, estuve vomitando durante semanas, imaginándolo.
La voluptuosa chica asiática se azoto sus canosos glúteos:
-Vamos Talia, en peores sitios hemos toreado, no se tú, pero antes de volver al mundo real yo hice cosas que jamás te hubieras imaginado.
Martin un tipo de unos casi 30 años, de mas de 120 kilos, no muy alto, con gafas de pasta que escondían sus pequeños ojos, no tenia cuello ya que esta escondido con esa enorme papada, con cuatro pelos con forma de barba. Con una camiseta de tirantes que marcaban sus tetas de gordo, con marcas de sudor, con unos pantalones cortos que dejaban ver la raja de su culo, con manchas de semen, tras una maratón de pajas.
Tenía una vida bastante confortable con todo el porno que tenía en su casa, trabajando en el mundo del manga hentai con toda clase de encargos y ayudado por los patreons que hacían que no saliera nunca de casa.
Picaron a la puerta y esta mole de sebo se movió torpemente hasta poder abrir, no podía casi respirar e iba salteando el rastro de comida, llevaba tanto tiempo envuelto de basura y de ese asqueroso olor que ya estaba acostumbrado.
Abrió la puerta y se quedo asombrado al ver a Talia junto a esa voluptuosa mujer, la chica asiática miro a su amiga:
-Si es mucho peor....
Martin se relamió al ver aquella muñequita frente a él, siempre estuvo enamorado de ella, siempre la estuvo deseando en sus sueños mas húmedos, hasta paso mucho tiempo acosándola en redes sociales. Talia trago saliva y le miro a los ojos, esos pequeños ojos tras esas enormes gafas:
-Venia a pedirte un encargo....
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