Mama sonrió y la noche con mi familia fue muy agradable, yo estaba muy comoda al fin con este cuerpo y podría ser una chica normal, ya por la fuerza, pero seria una chica normal, tras acostar a mi hermana quise seguir charlando con mi madre, ella que había sufrido tanto por mi, por mis transformaciones:
-Mama, tengo tantas cosas que hacer, quiero comprarme mucha ropa, quiero salir con Marisa, quiero ser feliz haciendo cosas de chicas...
Mi madre me hizo un gesto para que me sentara a su lado y me abrazo con mucho cariño, ya era feliz con que todo hubiera terminado:
-Claro aremos cosas de chicas las tres, es increíble que todo se halla terminado, al menos puedes tener una vida.
Asentí con la cabeza y recordé que mañana como cada día pasábamos yo y mis amigas unas horas juntas, ya que habíamos pasado tantas cosas juntas nos gustaba saber como iba las cosas, por que algunas nos veíamos todos los días y otras pues tardábamos unos días en reunirnos.
Aquella noche tuve un extraño sueño, hacia mucho tiempo que había olvidado la aparición de Morgana frente a nosotras cuando vencimos a Klaus, estaba desnuda en mi habitación, cuando vi a mi clon que era Morgana acercándose a mi, ella estaba maquillada como una gótica, también estaba desnuda:
-Hola Anya quiero que sepas que tienes mis poderes y que poco a poco iré poseyendo tu cuerpo, puedes tener un esclavo que podrás transformar en lo que quieras, en lo que quiera yo después.....
Se acostó conmigo y nos besemos, hicimos el amor entre mis sabana.
Me desperté de golpe al sonar el despertador y vi que mis sabanas estaban chorreando, suspire y me comencé a vestir, no quería llegar tarde al colegio, por mi cabeza solo estaba ese sueño, solo podía pensar en Morgana, mire mis dedos y sentí las chispas "Era magia" Estuve desayunando con mi familia y picaron a la puerta, Mama suspiro ya que sabia que era Jesse, mi amiga mas puta inseparable. Si no hubiera pasado todo esto hubiera deseado que hubiera sido una adolescente como Cassidy, pero se quedo como una actriz porno:
-Vete con tu amiga, paso que se comporte como una zorra en casa...Que pases un buen día cariño.
Al salir de casa allí estaba Jesse, estaba vestida de la forma mas sexy posible, llamaba la atención de cualquier hombre y por eso me costaba estar con ella, pero era a la fuerza mi amigo, ella me miro y sonrió:
-Vamos, vamos a buscar a Marisa, tengo que acostarme con un profesor para que me apruebe mi asignatura y si quieres que te ponga un punto mas....
Suspire al escucharla, siempre hablando de sexo, el camino hacia la casa de Marisa siempre era bastante entretenido ya que Jesse no dejaba de hablar de una nueva postura que había visto en un nuevo video en internet, creo que lo mas asco me daba era lo poco que le importaba acostarse con los profesores, solo para que le subieran la nota, la cuestión, es que le daba igual que fueron muy viejos, muy gordos, ella sabia fingir perfectamente.
-Bueno si me la meten por aquí y me levantan la pierna hasta el hombro...
Negué con la cabeza y le mire a los ojos:
-A ver escucharte Jesse me hace recordar cuando me hacían el amor de todas clases de posturas y no sabia como no me partía por la mitad, dejalo Jesse.
Al llegar a casa de Marisa ella al salir de su casa me dio un fuerte abrazo y nos miremos a los ojos, una sonrisa y un beso, habíamos decidido que viviríamos juntas cuando termináramos el instituto y antes de ir a la universidad, tener un año sabático para estar juntas:
-Hola chicas, pero que tengo aquí a mi chica preferida....Anya.
Cogidas por la mano fuimos andando por el camino hacia el instituto, veíamos como Jesse se hacia fotos para las redes sociales, poniendo rostros de zorra, Marisa me miro y suspiro:
-Oye Jesse que podrías tener mas amor propio, en vez de hacer esas cosas, digo yo...
Jesse le saco la lengua y sonrió:
-No, quiero ir a la mejor universidad y cuando los profesores sepan lo fácil que soy mas posibilidades tendré.
Marisa negó con la cabeza y me miro a los ojos:
-¿Anya como va vuestra clase?
Le cogí la mano y se la bese, le mire a los ojos:
-Pues como el instituto sabe que somos chicas muy especiales pues tenemos clase especial para las cinco, las mismas asignaturas, una aula mas pequeña.....
Estábamos en clase mientras que esperábamos que viniera la profesora, Marisa se quedo un rato con nosotras mientras yo quería mostrarle a todas algo que podría hacer, Emily se puso bien las gafas, Felicity comenzó a morder su lápiz esperando a ver lo que podría hacer, después que anunciara un efecto secundario secundario tras lo ocurrido con Klaus. Chelsea había puesto sus enormes pechos sobre su mesa. Jesse seguía con sus fotos. Les mire a los ojos a cada una de ellas:
-Tras lo que paso, tras que Morgana se metiera en mi cuerpo comencé a hacer esto.....
Les mostré los rayitos que salían de mi mano, que salían de mis dos manos y sonreí, las chica se quedaron fascinadas, Jesse sonrió:
-Mmm, te abras tocado con eso, seguro que da mucho gusto......
Me avergoncé por que Jesse había acertado con aquello, cerré mis manos y me senté en mi silla:
-Yo, yo...
Marisa se sentó en mi regazo, con mi cuerpo femenino pues sentía su peso ya que no era tan fuerte como cuando era un hombre, no lo recordaba y aparte no tenia a Marisa como novia antes de eso. Emily se froto la barbilla:
-Es normal, aquella noche pasaron tantas cosas que al final sigues teniendo magia en tu cuerpo, pero seguro que dentro de unos meses te vaciaras, no te preocupes..
Felicity sonrió:
-Oye por que no hacemos un espectáculo para el teatro del instituto, la fabulas Felicity y Anya.
Chelsea suspiro:
-Ains si pudiera tener esos poderes intentaría tener los pechos mas pequeños...
Jesse se apoyo en uno de los gigantescos pechos de Chelsea y le miro a los ojos:
-Espera es tan mala tu vida con esas tetas.....
Chelsea suspiro y forzó una sonrisa:
-Bueno en los clubs de rol, en el cine me tienen cariño, la chica con las tetas mas grandes que ellos, pero la mas simpática, si no fuera por ellos.....
Podría decirles que había soñado con Morgana, pero no sabría si podrían creerme, mi clon gótico y malvado en mis sueños es una locura, pero nuestras vidas era una locura.
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