martes, 5 de julio de 2022

Cambiar y volver a cambiar Cap 16 Extraña vida

Jennifer enfadada salió de su cuarto y se dirigió al cuarto de Winona para ponerse ropa provocativamente femenina, algo con mucho escote como lo que llevaba hace un tiempo su desaparecida amiga. Carl se quedó cruzado de brazos al ver a esa loca tirando ropa de su armario buscando algo perfecto para ponerse:

-Que estás Buscando Jennifer?-Pregunto Carl.

-Quiero un traje que diga que tía mas buena y que se me vea hasta las amígdalas y pensé que tu tenías mucha ropa de prostituta en tu armario.

Carl se llevó la mano a la cara y cerró con fuerza los dientes cuando cogía la almohada de su cama, le dio un fuerte golpe a Jennifer dejándola atontada en el suelo:

-Sabes una cosa voy a salir y solo espero que cuando venga sepas algo de esa bruja que nos transformó en esto………..si no lo haces no te contare lo que es la regla.

Jennifer se levantó del suelo cogiendo un traje del armario y miro al adolescente con algo de miedo:

– no puedo tener eso que usáis como escusa cuando no queréis follar conmigo…

Carl no sabía si Jennifer ni Susan podrían tener la regla con esa extraña transformación pero al menos tendrían asustada a la estúpida de Jennifer. El jovencito abrió el armario y cogió un paquete, era un regalo que iba a mandar a su sobrino al pueblo, era ropa bastante moderna y que el usaría para pasar como un adolescente normal y corriente. Jennifer se quedó pensativa, lo que le había dicho Carl le había llegado muy hondo. Carl se puso la sudadera negra y los tejanos, una zapatillas deportivas bien a la moda. Se miró al espejo y le gusto lo que veía un chico bien guapo que ayudaría a su vecina Sandra a ser un poco más feliz. Al salir del cuarto Carl señalo a Jennifer y le miro muy seria:

-Se los días que te faltan para que uses compresas, recuerda yo era una mujer se cuándo comienza la cosa.

Al salir Carl de casa Jennifer se quedó pensativa, con sus manitas toco sus pechos y le gusto su tacto como siempre, se levantó y se miró al espejo. Recordó lo que le esperaba esa tarde Mily Triky, volvió al armario y comenzó a buscar una ropa perfecta para enseñar sus encantos a esa niñata.

Lo que tenía que hacer Susan era quedarse sorprendida por cada paraje de la ciudad que le enseñaba Sam, era como su guía por el lugar. Cogieron el autobús para ir a la universidad, las chicas por unos instantes se quedaron en silencio, Sam se miró a su amiga con una sonrisa en los labios:

-Sabes Eduard es un chico con un buen corazón, cuando comencé la universidad él fue un gran apoyo para mi…….uno de mis mejores amigos-Dijo Sam.

Susan trago saliva ya que era ese momento cuando tenía que lanzar flores a su yo masculino, tenía que hacer que Sam supiera que le quería. Pero era tan difícil hablar de eso.

-Sabes Eduard me hablo mucho de ti…..

Sam se quedó en silencio muerta de vergüenza, era increíble que su querido Eduard hablara de ella. Sonrió por unos segundos ya que lo quería saber todo.

Sam se quedó en silencio muerta de vergüenza, era increíble que su querido Eduard hablara de ella. Sonrió por unos segundos ya que lo quería saber todo.

-Bueno espero que fueran cosas buenas Susan-Dijo Sam.

Al bajar del autobús Susan se quedó extrañada con su nuevo estado todo le parecía más grande de lo normal, siendo mujer su estatura era menos y todo le parecía más grande. Junto a su amiga comenzaron a pasear por el campus, las manos tras su espalda escuchaban lo que le contaba Sam y lentamente le lanzaba tímidas miradas:

-Eduard siempre me conto que tú siempre estas junto a él, tiene muy pocos amigos y su amiga Sam siempre esta hay para poder hablar…….-Dijo Susan.

Sam muerta de vergüenza poso su mano en el hombro de su nueva amiga y le miro con una sonrisa:

-Fue extraño Susan, somos los dos de fuera de la ciudad pero algo hizo que nos conociéramos, sería el destino pero él siempre fue un gran apoyo para mi……creo que si Eduard es un buen amigo tu Susan puedes ser una buena amiga mía….

Las dos chicas entraron en la sala de teatro, Sam quiso enseñarle todo lo que había en aquella en esa universidad y ese era una de esas paradas. En el escenario Sam le puso un sombrerito a Susan en la cabeza esta cogió otro sombrero y se lo puso en la cabeza a su amiga. Entre risas Sam le contaría algo a su nueva amiga:

-Siento como si te conociera desde siempre y no me avergüenza decirte que estoy enamorada de Eduard…..

Susan muerta de vergüenza cogió de la cintura a su amiga y le miro a los ojos:

-Imagina que yo soy Eduard, que arias…….yo te cuidaría como la cosa más preciada de mi vida.

Sam le quito el sombrero a su amiga y lo lanzo lejos del escenario, le acaricio el rostro y le dio un largo beso. Posiblemente las mujeres no tuvieran el mismo reparo en besarse como los hombres, pero para Susan era algo extraño y que le mataba lentamente con su vergüenza. Sam aparto sus labios de los suyos y le miro a los ojos:

-Eduard desde el primer dia que te vi mi corazón suena con fuerza, no puedo pensar en otra persona a quien querer…….

-Sam, yo es que-Una lagrima se derramo por el rostro de Susan, Sam le limpio el rostro lentamente con su pañuelo.

-Perdona pero eso es lo que siento por tu primo…….siento a verte besado.

-No tranquila me has recordado que yo jamás he conocido un amor como tu sientes por Eduard.

Carl salió del piso y antes de comenzar a bajar los escalones se quedó pensativo por unos segundos, podría ayudar a su vecinita siendo su amigo pero como podría romper el hielo. No quería entrar muy forzosamente y no quería asustarla. Comenzó a bajar las escaleras mirando los escalones, estaba pensando en que podría hacer. Al llegar al descansillo y levantar su mirada tuvo un tropezón y fue con Sandra, los dos chicos cayeron al suelo por el golpe. Carl se levantó rápidamente y se acercó a su amiga, vio que la chica buscaba sus gafas. El chico cogió sus gafas y se las puso en las manos de la chica, esta al ponérselas le miro frotándose la cabeza dolorida por el golpe.

-Per-perdona estaba sumergida en mis pensamientos y no te vi-Dijo Sandra.

Carl le miro arrodillado, se levantó lentamente y le miro tímidamente:

-Me tienes que perdonar yo estaba bajando corriendo y cuando quise darme cuenta me tropecé contigo……..espero que estés bien.

Carl sentía como le sudaban las manos, se las seco en el tejano y levanto su mano para presentarse a Sandra, ella se quedó sorprendida ya que normalmente ningún chico quería acercase a ella y esta chico le había pedido perdón. Estaba preocupada por ella.

-Me llamo Carl Simons y soy nuevo en el edificio, me mude con mi madre hace un par de días.

Sandra muerta de vergüenza le dio una sonrisa, se apartó el pelo de su pequeña oreja y trago saliva:

-Soy Sandra Carsons……vivo aquí desde que lo puedo recordar

La chica paso por delante de Carl y lo miro por unos instantes con una leva sonrisa que se disolvía en su timidez. Solo quería ir a ver a su amiga Winona y contarle como le había ido el día:

-Encantada de conocerte Carl……voy a ver a mi amiga Winona a su apartamento.

Carl abrió los ojos como platos “Winona” no podría ir a verla ya que esa chica se había transformado en el adolescente que tenía delante, se limpió el sudor de su frente y se apoyó en el la barandilla. Forzó unas palabras.

-Soy nuevo en la ciudad podrías enseñarme la zona ya que no tengo ningún amigo…

Sandra estaba a punto de subir las escaleras y escucho la petición de Carl, algo le impidió subir más escalones y era ese pobre chico ya que conocía ese sentimiento de soledad. Miro a su vecino y forzó una sonrisa:

-Claro Carl será un placer enseñarte mis sitios preferidos…

Carl sonrió al escucharla:

-Gracias Sandra.

Una apartada zona del parque era el sitio preferido de Sandra, allí era donde iba a llorar para que nadie la pudiera encontrar. Carl al andar con ella y acercarse a la zona recordó las veces que siendo Winona iba a buscar a Sandra preocupada. Sandra corrió hacia unos columpios y se comenzó a columpiarse bajo los ojos del chico:

-Siempre vengo aquí cuando quiero pensar, sabes aquí crecen las mejores flores de la ciudad…..

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