-Me vendiste unas bragas de Lorena, yo estuve haciendo experimentos con ellas y hubo una explosión me desperté con este cuerpo soy Joseph.....
Míriam se acerco a ella y le cogió la camisa viendo que tenia ese dibujo de las camisas de Joseph, acto seguido le salto el ultimo botón de la camisa, saltando hacia delante por su peso sus grandes pechos:
-Espera Joseph es un bicho raro que no se ligaria ni una tía del colegio, espera esa son sus camisetas y aparte no te recuerdo de las clases de chicas......¿Joseph que te a pasado?
Joseph sonrió dejando caer una lagrima de sus ojitos y dio un abrazo a Míriam,
pegando sus melones contra los pequeños pechos de Míriam:
-Gracias, gracias Míriam.....
Míriam forzó una sonrisa:
-¿Espera Joseph que hacías cuasi desnuda en el laboratorio?
Joseph se puso nervioso, se avergonzo al escucharla:
-Experimentando y a hora por dios ayudame.
Míriam le miro a los ojos y negó con la cabeza ya que no entendía como su compañero de colegio habia conseguido esa trasformación ni como habia jugado con esos experimentos tan extraños, esos experimentos que a ella le sonaban a chino. Joseph estaba muerta de miedo ya que quería necesitaba una solución para todo aquello, no podría decirle a todo el mundo que se habia trasformado en chica, necesitaría tiempo para seguir experimentando para encontrar alguna solución y una cura.
-Míriam puedes conseguirme otra identidad como una chica hasta que encuentre una cura, por favor.
Miram le toco el pelo extremadamente largo, rubio y sedoso, le apretó los mofletes, le abrió la camisa para ver esos grandes pechos, le dio la vuelta y le dio una nalgada que hizo que su carnoso culo se moviera:
-Joseph no se como lo has hecho pero eres toda una mujer, pensaba que seria una broma o un disfraz, pero coño eres una mujer completa, te llamaras Jasmira y bueno mi contactos en la oficina del director te conseguira una ficha.....
Jasmira se subió los pantalones e intento que no se le cayeran, intento cerrarse la camisa pero era casi imposible ya que esos pechos eran bastante grandes, Míriam le miro sonriendo:
-¿Que tal si vamos a tu nuevo cuarto y te buscamos ropa?
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