Laurie salio del instituto pensando en lo bien que se lo pasaría junto a su madre por ser su cumpleaños, la chica de pelo extremadamente rizado y rubio, con gafitas, tenia un cuerpecito virginal, bastante delicado, vestida con una camisa azul claro y unos tejanos, muy alejado de su cuerpo del futuro.
Ella llego a casa y miro a su alrededor pudiendo oler ese olorcito a tarta de cumpleaños, sonrío y trago saliva:
-Hola mama...
Neida se asomo a la puerta de la cocina y miro a su hija, estaba extrañada, hasta un escalofrió paso por todo su cuerpo, creía que su hija estaba en casa:
-Espera ¿No estabas en casa? Juraría que te había visto con tu albornoz..
Laurie miro a su madre con miedo y trago saliva, no era posible aquello, ya que ella había llegado a casa:
-¿Que?
Se escucho unos gemidos muy familiares provenientes de la habitación de Laurie, familiar por que era la voz de la adolescente, pero disfrutando muchísimo con sus dedos, madre e hija se cogieron de la mano y fueron a la habitación ¿Que estaba pasando?
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