sábado, 28 de marzo de 2020

Raul y Vivica


Hola me llamo Raul y quería contaros mi historia, algo que cambio mi vida totalmente, algo que mucha gente no creería, nadie me pude creer por lo que había pasado, que me paso a mi cuerpo, que me paso hace un par de años. Yo había estado con unos amigos de fiesta ya que habíamos terminado el instituto, no sabíamos cómo sería el futuro en la universidad y si nos volveríamos a ver. Por eso comencemos a beber en muchos bares, salir a bailar y a disfrutar de nuestros últimos días juntos. Yo estaba con mi amigo Alfredo y decidimos ir a un local de strippers, queríamos ver mujeres preciosas que bailaran para nosotros por dinero. Estábamos tan borrachas que nos olvidó que las mujeres eran más que trozos de carne. Podríamos entrar ya que mi amigo Alfredo había hecho unos carnets falsos perfectos. El local de strippers era el “Baile y sexo” antes de entrar me preguntaba si aparte de strippers también era un prostíbulo.


Al entrar me quede deslumbrado al ver todo aquello, era increíble, habían mujeres con cuerpos perfectos bailando, moviéndose en la barra, andando por la pasarela, también habían algunas sirviendo copas. Yo, me sentí algo tímido al encontrarme con todo aquello, era demasiado para mí, no creía que estuviera preparado con todo esto. Seguí a Alfredo y nos sentemos frente a la pasarela y nos pusieron copas, si estaba borracho ya estaba a un más. 


Me quede observando como las mujeres bailaban sin cesar, muy sensualmente con la barra, se movían algunas por la pasarela  muy sensualmente. Brinde con mi amigo Alfredo y me tome otro chupito, era tan increíble lo que estaban viviendo. Me quedé fascinado al ver una mujer de color, muy sensual, que se movía por la pasarela enamorando el dinero de todos los asistentes que terminaba en la goma de su tanga. Esa mujer se llamaba Vivica y era la estrella de local. Alfredo vio cómo yo me fijaba en Vivica totalmente enamorado. Alfredo se acercó a uno de los encargados y a los pocos segundo le hacían una señal a la stripper, también me señalo a mí. 


Yo no me daba cuenta de nada estaba borracho y extasiado por Vivica, hasta que esta se bajó de la pasarela y se acercó a mí, me cogió de la mano, me aria un baile especial solo para mí. Yo estaba alucinando ante lo que estaba pasando, mientras que mi amigo le estaba pagando el baile especial al encargado del local, sería el último día que estarían juntos por eso sería una noche especial para su mejor amigo. 


Me sentó en una silla y ella me hizo unos gestos para que supiera que no podría tocar su cuerpo, le mire extasiado ya que me encantaba su cuerpo, cogía con fuerza la silla mientras ella comenzaba a bailar para mí, estaba tan nervioso que no sentía mi entre pierna, no se ponía dura ante aquel baile tan erótico. Ella sonreía al ver mi rostro entre borracho y cachondo, ella podía hacer lo que quería conmigo. Acerco su trasero contra mi rostro mientras lo movía sin cesar, me gustaría tocárselo pero ella me lo prohibió, se sentó en mi regazo y movía sus pechos, los restregaba contra mí. Sentía como sufría una erección poco a poco. 


Fuera del club de estriptis, se estaba nublando el cielo poco a poco, lo que quedaba de noche sería bastante lluviosa, se comenzaron a escuchar el sonido del cielo antes que comenzara a caer relámpagos y truenos. Se ilumino el cielo y un trueno cruzo el cielo, cayo contra el club de estriptis, sacudiéndome a mí y a Vivica. 


Nuestros cuerpos saltaron por los aires, yo termine tirada en el suelo y se preguntaran porque estoy narrando esta historia desde este punto de vista, como si yo no fuera Raul, como si fuera una mujer, porque un trueno hizo que terminara en el cuerpo de Vivica. Me levante dolorida, llevando mis manos a mi espalda y cuando lo hice me di cuenta que tenía pechos, me los toque y vi mis finas manos, con esa piel oscura, me toque el rostro, me toque el pelo tan largo y oscuro. No podría ser, no podía ser que cambiara de cuerpo con la stripper. Me mire al espejo de la habitación y vi que era esa mujer de piel oscura, era Vivica. Vivica estaba en mi cuerpo, nos miremos a los ojos asustados ya que no podíamos creer lo que había pasado, veíamos nuestros cuerpos, pero estábamos en diferentes perspectivas. Yo estaba encantado tocándome los senos, miraba por debajo de mi mini tanga. Se acercó mi cuerpo masculino y me cogió de los hombros, me comenzó a mover sin cesar sin cesar gritándome:


-¡¡¡DEVUELVEME MI CUERPO, DEVUELMELO!!!


Le mire a los ojos y negué con la cabeza moviendo mi largo pelo oscuro, me aferre a sus pantalones y lo moví bruscamente, si quería que le devolviera su cuerpo me tendría que hacer algunas cosas, me tendría que hacer el amor.


-No, se lo que soy capaz de hacer, quiero que me hagas el amor, quiero practicar.


Vivica en mi cuerpo negó con la cabeza, pero me vio con los brazos cruzados solo esperando que le hiciera el amor. 


Vivica en mi cuerpo negó con la cabeza y me miro a los ojos, no sabría que hacer, no sabia cómo comportarse como un hombre, era su primera vez siendo uno. 


-Estás loca devuélveme mi cuerpo…


Yo estaba en el cuerpo de Vivica acaricie mi nuevo cuerpo, esos perfectos pechos, acaricie mi piel oscura y sonreí mirando a los ojos a mi cuerpo masculino. Le di un empujón y tumbe a mi cuerpo en el sillón, le cogí fuertemente los pantalones y se los bajo, le quito los calzoncillos y vi ese miembro que para mí era tan familiar, lo tenía entre las piernas hasta hace unos minutos. Mi cuerpo masculino vio como le cogía la polla y comencé hacerle una felación, le acariciaba con una mano mis antiguos testículos. Para mí era increíble el sabor de mi polla, era mi antiguo miembro y podría ser el primer hombre que cambio de cuerpo que supiera el sabor de su miembro viril. Me hacía gracia como se ponía más y más dura, como eran tan sensibles y juguetones esos testículos entre mis manos, como pasaba mis largas uñas en el pelo púbico. Vivica en mi cuerpo del sintió mucho placer cuando le tocaba su nuevo miembro viril que era el mío, yo estaba muy loca jugando con mi antigua polla, toda la tensión que se había generado entre nosotros había explotado me sentía cuasi una actriz porno.

Cuando mi cuerpo masculino tenía la polla muy dura, ella dentro de mi cuerpo no sabía qué hacer con aquello tan erguido y duro, lleno de venas y sentía algo de molestia al estar como una piedra. Yo sonreí ya que quería jugar con aquello. Fui penetrando mi coño con esa polla que desde hace unas un rato fue la mía, el me cogió de las caderas y yo comencé a disfrutar, a votar sobre mi miembro que me penetraba analmente. Alfredo entro en la sala privada y se quedó alucinando al ver mi cuerpo masculino que se estaba follando a mi nuevo cuerpo de stripper, sin saber que habíamos cambiado de cuerpo. Yo dentro de Vivica le hice un gesto para que se acercara a nosotros:


-Vamos bájate los pantalones que te comeré la polla-Le dije. 


Alfredo me hizo caso se acercó a nosotros, se bajó los pantalones y mientras que yo votaba encima de esa polla, le hacia una felación a mi mejor amigo. Vivica en mi cuerpo no cesaba de gritar de placer. Yo dentro del cuerpo de Vivica estaba desata mire a mi amigo, tenía una polla en mi coño pero a hora quería una polla en mi culo, agarre con fuerza el respaldo del sillón y pegue mis pechos contra la cara de mi cuerpo masculino, le enseñe mi culo perfecto:


-Vamos, vamos tengo un agujero más métemela…


Alfredo  me cogió de las caderas a  mientras que era penetrada por quien pensaba que era su yo Raul, comenzó a penetrarme analmente, los dos me penetraron la vagina y analmente. Yo en su cuerpo estaba disfrutando siendo empalada por dos pollas, conseguiría que fuera la mejor última noche que tendría con Alfredo. Yo abrí los ojos como platos al sentir como mis orificios se llenaban de semen. Al final me quede empapada de sudor sentada en el sillón, ella en mi cuerpo estaba pensativo al no saber lo que podría hacer para volver a su cuerpo, pero comenzó a mirar mi cartera de su nuevo cuerpo, vio los carnets, vio mi dinero que tenía y sonrió.

Alfredo y mi cuerpo masculino salieron de la habitación, para Vivica ser Raul fue genial ya que disfrutaría de una vida nueva y no tendría que preocuparse de su vida como Stripper. Yo me desperté poco a poco y me di cuenta que estaba desnuda sentada en el sillón, sudada y saciada de sexo, mire a mi alrededor y no veía ni a mi cuerpo masculino ni a Alfredo. Respire con nerviosa y vi como sobresalía de mi vagina unos billetes. Los saque y vi que también estaba una pequeña hoja “Hola a hora eres Vivica y espero que disfrutes de tu nueva vida” Sonreí y me puse la ropa de Vivica, ese ajustado traje y sentí que en el fondo había deseado ser una mujer, que grandes aventuras sexuales me repararía mi nueva vida??

1 comentario:

  1. Muy buena me gustaria ver una continuación a ser posible, además podrías hacer una donde un chico llamado David contrata a una prostituta experta en el dado y le confiesa que en secreto le encantan las historias de cambio de cuerpo y está lo cambia con una chica de forma permanente cosa que le sorprende y en parte le termina aterrando

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