Un
día tranquilo en la gran ciudad, donde pasaban pocas cosas, tan
pocas cosas como los diminutos pechos de Missi, la chica de unos 37
años, de 1,75 y de físico
delgaducho, pelo castaño claro casi rubio, una apariencia risueña y
aniñada. Paseaba por la ciudad y se paro frente un cartel de la
calle donde se podía
ver una modelo en ropa interior mostrando unos generosos pechos. Ella
suspiro al ver ese tamaño tetal, algo que nunca tendría,
ni
siquiera
usaba sujetador por lo plana que estaba.
Por
su camino a ver a su mejor amiga Tetsi se encontró
con una librería de libros antiguos, entro por curiosidad para ver
lo que podría
encontrar, había muchos libros descatalogados muy interesantes y
quien sabe podría
encontrar alguna rareza.
Al
entrar se encontró
con la librera una mujer de su altura, pelo oscuro y gafas de pasta,
sobre todo llamaba la atención
que llevaba la blusa desabrochada un par de botones y mostraba sus
enormes pechos 120, bastante apretados. Las dos mujeres se miraron a
los ojos y Missi sonrió y se metió
en un pasillo para ver los libros.
Comenzó
a mirar lo que había y se encontró
de golpe con un libro que se llamaba “Tetal tamañus” lo cogió y
lo miro con curiosidad, ponía
hechizos para que los pechos crecieran, todos los tamaños. Ella
asintió con la cabeza y se miro su pecho plano, eso hizo que se
dividiera
en comprarlo.
Cuando
la librera escribía
en un libro bajo los ojos de nuestra amiga, ella podía
ver como se tambaleaban esos enormes pechos, Missi se lamió los
labios,
ojala con el libro pudiera tener ese tamaño de pechos.
Salio
de la tienda y suspiro, al girarse se dio cuenta que la tienda había
desaparecido, aquello le sorprendió
y miro el libro por si acaso seguía
entre sus manos, asintió con la cabeza por que estaba entre sus
manos. Fue tan extraño todo aquello.
Al
llegar a casa de su amiga Tetsi las dos chicas se dieron fuerte
abrazo, su amiga tenia
25 años,era
algo mas bajita 1,60 y tenia el pelo oscuro bastante largo, con
rasgos asiáticos,
cuerpo delgaducho y culo
respingón.
Se quedo fascinada por el libro que llevaba
su amiga.
Missi
se encendió
un cigarro mientras que su amiga leía
el libro con una copa de vino entre sus manos, la chica se acerco a
su amiga y observo la pagina que estaba leyendo:
-¿Y
Peter?
-Vendrá
mas tarde ¿Hacemos algún
hechizo?
Missi
sonrió:
-¿Que
podría salir mal? Tener las tetas gigantescas….Ojala.
Tetsi
miro el libro y busco como hacer los hechizos, sonrió y miro a su
amiga Missi a los ojos, eran cosas muy sencillas para que los
hechizos se cumplieran:
-Bueno
Missi hay que estar en ropa interior para que los hechizos de
agrandar pechos funcionen.
Las
chicas se miraron a los ojos y se desnudaron quedándose en ropa
interior, se miraron a los ojos la una a la otra,en el fondo estaban
algo nerviosas por lo que podía pasar, Tetsi sonrió mirando los
pechos, la tabla de su amiga y después sus pechos pequeños que
tenia ella:
-Estamos
planas ¿Que podría pasar, que tuviéramos una talla normal de
pechos?
Missy
suspiro y asintió con la cabeza:
-Bueno
llevo media vida plana, comienza a leer Tetsi.
Tetsi
miro un hechizo y se lamió los labios, miro a su amiga a los ojos y
sonrió:
-Vamos
“Grandius pechus, breasts expansion gigantus”
Al
decir aquello
se fue la luz del apartamento y se escucho como el sonido de cuando
hinchaban
un globo, al volver la luz, las chicas se miraron a los ojos
sorprendidas, había pasado, tenían pechos pequeños pero una talla
mas grande, pero seguían
siendo diminutos. Tetsi se toco los pechos y negó con la cabeza:
-No,
no puede ser creo que voy hacer la cena…...No quiero hablar de
esto.
Missy
vio como su amiga se iba a la cocina y se toco sus pechos, habían
crecido un poco, era tan raro:
-Han
crecido, ¿Pero por que?
Las
chicas estaban cenando tranquilamente y teniendo una larga y
divertida charla, Tetsi estaba con su móvil para saber por donde
estaba Peter, estaba deseando que llegara su novio, no se daban
cuenta y sus pechos estaban creciendo poco a poco, pero tenían unos
pechos tan pequeños que no notaban su crecimiento de milímetro a
milímetro.
Missy
se llevo la mano a la cara ya que sentía bastante calor, también
sentía una extraña presión en su pecho, en su sujetador. Su amiga
se levanto poco a poco y miro a su amiga, no se encontraba del todo
bien, estaba sudando sin cesar:
-Perdona
Missy quisiera quedarme hasta tarde contigo y esperar a Peter pero no
me siento muy bien….
Al
quedarse sola la chica se llevo la mano a su frente para limpiarse el
sudor, no cesaba de sudar, no podía parar, todo su cuerpo estaba
empapado. Sobre todo sintió como sus pechos comenzaron a crecer
lentamente, apretandose aun mas en su sujetador, era increíble ¿Que
estaba pasando?
Se
aferro fuertemente al sofá y se miro el escote, sintió como se
apretaban aun mas en su sujetador, cerro los dientes con fuerza y
esos dos pechos rompieron su cárcel de tela. Missy se cogió los
pechos y sintió en sus manos como crecian sin cesar.
-No,
no puede ser.
Sentía
como sus pechos seguían creciendo, talla 60,70,80 y 90 Ella asintió
con la cabeza ya que los pechos que tenia cogidos con sus manos ya
era la talla perfecta:
-No,
no crezcas mas por favor, sois la talla perfecta.
Pero
sus pechos no cesaban de crecer, eso le hundieron en el sofá, ya
parecían dos pelotas de futbol, se apretaban en su camiseta, sobre
todo sus
pezones.
Ella
se levanto poco a poco, levantando el peso de sus grandes tetas que
no cesaban de crecer, ella se movía con dificultad ya que no veía
el suelo, no podía moverse con esas dos:
-Tetsi,
ayudame….
Missy
se quito la camiseta como pudo al ver que tenia los pechos tan
apretados, le dolía por su crecimiento, por su camiseta que los
tenia tan apretados. Al quitárselo los vio tan grandes como balones
de futbol y goteando un liquido rosita. Pero lo peor de todo es que
no cesaba de crecer.
Al
llegar a la habitación de Tetsi su amiga estaba tumbada en la cama
sin poder moverse ya que sus pechos eran tan grandes como dos pelotas
de playa, estaba durmiendo y creía que todo eso esa una pesadilla,
esa presión de su pecho. Su camiseta se rompió y se pudo ver como
las areolas de Tetsi y Missy no cesaban de expandirse como los
pechos, no cesaban de gotear ese liquido rosita.
Missy
quiso llegar hacia ella pero se resbalo por el liquido que
desprendían sus pechos y los de su amiga, al caer contra el suelo no
pudo ponerse en pie ya que pesaban demasiado sus domingas.
Por
los grandes pechos de Tetsi corría ese liquido y por los pechos de
Missy también no podían moverse ni dejar de soltar ese extraño
liquido rosita, sus pechos eran tan grandes como pelotas de playa.
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