sábado, 14 de marzo de 2020

La pubertad de los Dawnton

Hola os quiero contar una cosa que pasa en mi familia cada vez que uno de nosotros llegamos a la pubertad, la pubertad de hombres y mujeres en mi familia. Algo que no podréis creer hasta que leáis mi historia, yo ni siquiera lo creía hasta que lo viví en mi propias carnes, si lo puedo llamar de alguna forma.

Hola me llamo Raúl y tengo 12 años y creo que estoy apunto de comenzar a vivir la pubertad, bastante adelantada o atrasada,nunca lo sabre hasta que comenzare a vivir esta extraña tradición de los Dawnton.

No soy muy alto 1,60 bastante delgaducho, pelo oscuro muy corto, mi rostro aniñado esta plagada de pecas y no sabia que iba a cambiar totalmente mi vida.

Al llegar a casa me encontré con mi madre Cassey una mujer de unos 40 año, pelo castaño, para su edad era muy atractiva y no aparentaba la edad que decía que tenia, piel morena y siempre tan voluptuosa, tiene un cuerpo perfecto. Ella me abrazo con fuerza al llegar a casa, parecía que dentro de un tiempo me perdería para siempre. Sentí sus pechos, sus blanditos y grandes pechos contra mi rostro, le mire a los ojos y me fije que tenia los ojos llorosos:

-¿Mama que pasa?

-Nada cariño ve a tu cuarto..

Al subir por las escaleras llego mi hermana mayor Missy que había llegado de la universidad, una chica de pelo rojizo, bastante alta, con unas curvas perfectas y unos bonitos ojos verdes. Ella al llegar se puso a charlar con mama:

-Ya esta apunto Raúl ¿Crees que se dio cuenta de mi cambio hace unos cuantos años?

-Espero que no se lo escondimos bastante bien eso espero…


Al subir a mi habitación estuve buscando un par de cosas en mi armario, hasta que me encontré una caja que ponía mi nombre, al abrirla me encontré ropa femenina, un sujetador que podría caber dos cabezas como la miá, unas bragitas para un culo enorme y una ropa muy ajustada. Negué con la cabeza ¿Esto que es?
Katerina Hartlova es Raúl /Paula


Cogí la caja y baje las escaleras para enseñárselo a mi mama, era extraño que esa caja de ropa femenina tuviera escrito mi nombre, por que yo era un chico, por a hora, no sabría lo que me pasaría los próximos días. Estaban las dos charlando.

-Hola mama, hola Missy

Mi hermana sonrió al verme, pasaba mucho tiempo fuera de casa y siempre era una alegría para ella volver a verme, se acerco a mi y me dio un fuerte abrazo.

-Hola cariño ¿Como estas?

Yo sonreí al verla y mire a mi madre con la caja entre las manos, era un misterio que quería saber de donde provenía:

-Mama y esta caja de ropa femenina ¿De quien es?

Mi madre sonrió al ver esa caja, creía que la había escondido perfectamente,no pensaba que lo encontraría,no sabia lo mucho que me aria falta en poco tiempo.

-Ups esa caja es mi ropa vieja..

Missy miro dentro de la caja y saco ese enorme sujetador,levanto la ceja mirando a mama:

-Pues mama antes tenias los pechos enormes ¿Donde has dejado esos dos misiles?

Mi mama me miro a los ojos quitándome la caja de ropa y sonrió:

-Cariño vete a jugar a la consola y nos dejas a solas.

Al salir de la habitación las dos se quedaron a solas, mi mama miro a mi hermana a los ojos:

-Esta en su genética,tendrá los pechos enormes, recuerda que te compre la ropa que te hacia falta…

A la hora de cenar tuvimos una agradable conversación, hablando de como había ido los estudios y como había ido los días universitarios de mi hermana, era tan agradable poder charlar todos juntos. Siempre me lleve bien con las mujeres yo era el único hombre de la familia desde que papa nos dejo,no sabia que dentro de poco seria una mas.

En ese momento me lleve la mano al estomago, algo me había sentado mal, algo extraño me estaba pasando por dentro, mama y Missy se miraron la una a la otra, sabían que había comenzado el cambio.

-¿Te encuentras bien? Pregunto Mama.

-Ups, ups creo que me sentó mal la cena.

Missy se levanto de la mesa y me miro con una sonrisa en los labios, me acaricio la frente y noto que aparte de la mala digestión tenia fiebre.

-Cariño vete a la cama…

Yo asentí con la cabeza y me levante poco a poco, comencé a subir las escaleras para acostarme, mi mama me miro y se cruzo de brazos nerviosa:

-Cariño acuéstate yo te subiré un vaso de leche y aparte unas pastillas..

Mi hermana miro a mi madre:

-Ya comienza.

Pasaron un par de horas y las dos subieron a mi habitación, al entrar allí me encontraron dentro de ese huevo verde, mi cuerpo se había transformado en capullo, por dentro en jugos corporales estaba sin piel y en posición fetal, mientras que mi cuerpo comenzaba a transformarse lentamente, de aquello no recuerdo nada, pero sentía como flotaba en la nada.

Mi madre y Missy se acercaron al huevo y lo acariciaron, sintiendo el tacto pegajoso, se miraron sonriendo:

-Raúl ya esta dentro. Dijo mama.
-No recordaba este cambio, no recuerdo cuando me convertí en un huevo gigante.

Mama le cogió de la mano y le llevo a su habitación, cogió un libro de fotos y se lo enseño, allí estaba ella con el huevo que fue en su día Missy:

-Fuiste un huevo precioso cariño.

-Gracias mama ¿Cuando tardara Raúl en cambiar?

Mama se quedo pensativa:

-Mmm, pues tres meses.

Missy se pego unas largas vacaciones siempre a mi lado, siempre estaba junto a mi huevo día y noche, se tumbaba en mi cama y me leía cuentos pensando que dentro de ese huevo le podría escuchar, que me sintiera bien con su voz que tendría compañía.

Mama miraba desde la puerta como Missy se había quedado dormida, cogió un par de mantas y tapo a mi hermana, después lo hizo conmigo.

Pasaron tres meses y mi familia se pusieron frente a mi huevo, sabían que saldría, era mi momento, había llegado ese día tan deseado. Entre sus manos tenia una toalla. Hasta que comenzó a moverse mi huevo yo quería salir, estaba preparada.

El huevo se rompió y pude salir, mi hermana y mi madre se miraron la una a la otra, yo había salido y era una mujer voluptuosa, pechos enormes, cuerpo carnoso, pelo castaño claro cuasi rubio y pringada en el liquido que me había acompañado durante tres meses.

Me mire las manos, eran diferentes, eran mas finas ¿Esas uñas? Me toque el rostro mas femenino, mi pelo tan largo que me llegaba hasta media espalda y sobre todo ¿Dios tengo pechos? Eran enormes, aparte de eso vi apartando mis pechos que tenia vagina, me asuste al ver aquello:

-¡¡¡DIIIOOOOS SOY UNA MUJER!!!

Mi madre me tapo con la toalla y me acaricio el rostro, me miro a los ojos, sentí la mano de mi hermana en mi hombro:

-¿Por que no te vas a ducharte? y después te lo contara Raúl

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