Hola
os quiero contar una cosa que pasa en mi familia cada vez que uno de
nosotros llegamos a la pubertad, la pubertad de hombres y mujeres en
mi familia. Algo que no podréis creer hasta que leáis mi historia,
yo ni siquiera lo creía hasta que lo viví en mi propias carnes, si
lo puedo llamar de alguna forma.
Hola
me llamo Raúl
y tengo 12 años y creo que estoy apunto de comenzar a vivir la
pubertad, bastante adelantada o atrasada,nunca lo sabre hasta que
comenzare a vivir esta extraña
tradición
de los Dawnton.
No
soy muy alto 1,60 bastante delgaducho, pelo oscuro muy corto, mi
rostro aniñado esta plagada de pecas y no sabia que iba a cambiar
totalmente mi vida.
Al
llegar a casa me encontré con mi madre Cassey una mujer de unos 40
año, pelo castaño, para su edad era muy atractiva y no aparentaba
la edad que decía que tenia, piel morena y siempre tan voluptuosa,
tiene un cuerpo perfecto. Ella me abrazo con fuerza al llegar a casa,
parecía que dentro de un tiempo me perdería para siempre. Sentí
sus pechos, sus blanditos y grandes pechos contra mi rostro, le mire
a los ojos y me fije que tenia los ojos llorosos:
-¿Mama
que pasa?
-Nada
cariño ve a tu cuarto..
Al
subir por las escaleras llego mi hermana mayor Missy que había
llegado de la universidad, una chica de pelo rojizo, bastante alta,
con unas curvas perfectas y unos bonitos ojos verdes. Ella al llegar
se puso a charlar con mama:
-Ya
esta apunto Raúl ¿Crees que se dio cuenta de mi cambio hace unos
cuantos años?
-Espero
que no se lo escondimos bastante bien eso espero…
Al
subir a mi habitación estuve buscando un par de cosas en mi armario,
hasta que me encontré una caja que ponía mi nombre, al abrirla me
encontré ropa femenina, un sujetador que podría caber dos cabezas
como la miá, unas bragitas para un culo enorme y una ropa muy
ajustada. Negué con la cabeza ¿Esto que es?
Katerina Hartlova es Raúl /Paula |
Cogí
la caja y baje las escaleras para enseñárselo a mi mama, era
extraño que esa caja de ropa femenina tuviera escrito mi nombre, por
que yo era un chico, por a hora, no sabría lo que me pasaría los
próximos días. Estaban las dos charlando.
-Hola
mama, hola Missy
Mi
hermana sonrió al verme, pasaba mucho tiempo fuera de casa y siempre
era una alegría para ella volver a verme, se acerco a mi y me dio un
fuerte abrazo.
-Hola
cariño ¿Como estas?
Yo
sonreí al verla y mire a mi madre con la caja entre las manos, era
un misterio que quería saber de donde provenía:
-Mama
y esta caja de ropa femenina ¿De quien es?
Mi
madre sonrió al ver esa caja, creía que la había escondido
perfectamente,no pensaba que lo encontraría,no sabia lo mucho que me
aria falta en poco tiempo.
-Ups
esa caja es mi ropa vieja..
Missy
miro dentro de la caja y saco ese enorme sujetador,levanto la ceja
mirando a mama:
-Pues
mama antes tenias los pechos enormes ¿Donde has dejado esos dos
misiles?
Mi
mama me miro a los ojos quitándome la caja de ropa y sonrió:
-Cariño
vete a jugar a la consola y nos dejas a solas.
Al
salir de la habitación las dos se quedaron a solas, mi mama miro a
mi hermana a los ojos:
-Esta
en su genética,tendrá los pechos enormes, recuerda que te compre la
ropa que te hacia falta…
A
la hora de cenar tuvimos una agradable conversación, hablando de
como había ido los estudios y como había ido los días
universitarios de mi hermana, era tan agradable poder charlar todos
juntos. Siempre me lleve bien con las mujeres yo era el único hombre
de la familia desde que papa nos dejo,no sabia que dentro de poco
seria una mas.
En
ese momento me lleve la mano al estomago, algo me había sentado mal,
algo extraño me estaba pasando por dentro, mama y Missy se miraron
la una a la otra, sabían que había comenzado el cambio.
-¿Te
encuentras bien? Pregunto Mama.
-Ups,
ups creo que me sentó mal la cena.
Missy
se levanto de la mesa y me miro con una sonrisa en los labios, me
acaricio la frente y noto que aparte de la mala digestión tenia
fiebre.
-Cariño
vete a la cama…
Yo
asentí
con la cabeza y me levante poco a poco, comencé a subir las
escaleras para
acostarme,
mi mama me miro y se cruzo de brazos nerviosa:
-Cariño
acuéstate yo te subiré un vaso de leche y aparte unas pastillas..
Mi
hermana miro a mi madre:
-Ya
comienza.
Pasaron
un par de horas y las dos subieron a mi habitación, al entrar allí
me encontraron dentro de ese huevo verde, mi cuerpo se había
transformado en capullo, por dentro en jugos corporales estaba sin
piel y en posición fetal, mientras que mi cuerpo comenzaba a
transformarse lentamente, de aquello no recuerdo nada, pero sentía
como flotaba en la nada.
Mi
madre y Missy se acercaron al huevo y lo acariciaron, sintiendo el
tacto pegajoso, se miraron sonriendo:
-Raúl
ya esta dentro. Dijo mama.
-No
recordaba este cambio, no recuerdo cuando me convertí en un huevo
gigante.
Mama
le cogió de la mano y le llevo a su habitación, cogió un libro de
fotos y se lo enseño, allí estaba ella con el huevo que fue en su
día Missy:
-Fuiste
un huevo precioso cariño.
-Gracias
mama ¿Cuando tardara Raúl en cambiar?
Mama
se quedo pensativa:
-Mmm,
pues tres meses.
Missy
se pego unas largas vacaciones siempre a mi lado, siempre estaba
junto a mi huevo día y noche, se tumbaba en mi cama y me leía
cuentos pensando que dentro de ese huevo le podría
escuchar, que me sintiera
bien con su voz que tendría
compañía.
Mama
miraba desde la puerta como Missy se había quedado dormida, cogió
un par de mantas y tapo a mi hermana, después lo hizo conmigo.
Pasaron
tres meses y mi familia se pusieron frente a mi huevo, sabían que
saldría, era mi momento, había llegado ese día tan deseado. Entre
sus manos tenia una toalla. Hasta que comenzó a moverse mi huevo yo
quería salir, estaba preparada.
El
huevo se rompió y pude salir, mi hermana y mi madre se miraron la
una a la otra, yo había salido y era una mujer voluptuosa, pechos
enormes, cuerpo carnoso, pelo castaño claro cuasi rubio y pringada
en el liquido que me había acompañado durante tres meses.
Me
mire las manos, eran diferentes, eran mas finas ¿Esas uñas? Me
toque el rostro mas femenino, mi pelo tan largo que me llegaba hasta
media espalda y sobre todo ¿Dios tengo pechos? Eran enormes, aparte
de eso vi apartando mis pechos que tenia vagina, me asuste al ver
aquello:
-¡¡¡DIIIOOOOS
SOY UNA MUJER!!!
Mi
madre me tapo con la toalla y me acaricio el rostro, me miro a los
ojos, sentí la mano de mi hermana en mi hombro:
-¿Por
que no te vas a ducharte? y después te lo contara Raúl
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