domingo, 7 de agosto de 2022

Las mujeres Guerreras Cap 18 Mas alla de tu mente

 John se poso encima de Helen y le arranco la camiseta con violencia:


-Me recuerdas Helen soy yo tu parte masculina, la persona que deseas volver a ser-Dijo John.

Helen no pudo mover ni un musculo estaba aprisionado por John, estaba desnuda ante el. Esta indefensa ante cualquier cosa que el pudiera hacerle. Este se bajo los pantalones y comenzó a violar a la pobre mujer. No podía creer esa situación, aquello era imposible. Su propia parte masculina la estaba violando. John le estaba destrozando ya que aparte de ser mujer era virgen, el la golpeaba esperando al verle llorar.

-Disfruta de lo que deseas volver a tener-Dijo John-Eres inferior eres una jodida mujer.

Helen cerró fuertemente los dientes mientras sentía correr por sus muslos la sangre, no podría hacer nada para impedirlo. Vio al final de la habitación a Lennia que le miraba, eso le dio fuerzas para defenderse y comenzar a luchar. Una fuerte patada y consiguió que John la dejara en paz. La chica se levanto llena de furia, odiaba a su parte masculina y ya era hora de amputar aquel recuerdo de su alma.

-Al principio deseaba volver a ser tú, pero aprendí a vivir y luchar como una mujer. Seré más fuerte sin ti en mi vida...........sin mi lado masculino.

Helen dio una fuerte patada a John dejándolo tirado en el suelo, este se lanzo con furia hacia ella. La cogió del cuello y la levanto. Ella sintió como se quedaba sin aire, pero agarro fuertemente su cuello con sus poderosas piernas. En un momento desesperado le destrozo el cuello. Dejándolo caer ante sus pies.

Helen totalmente desnuda fue andando por la nave, estaba sin aire. Abrió una de las compuertas y una fuerte luz le cegó por completo. Al volverse a mirar vio que a hora llevaba un traje largo azul celeste. En sus manos había un anillo y una pulsera. Miro a su alrededor y aquello no parecía la nave de los marines. Era un enorme prado lleno de margaritas y con un cielo que parecía que estaba apunto de aplastarte. Vio a cinco metro de ella a una joven de pelo moreno, vestía como ella y no podía verle el rostro. Cuando se fue acercando a ella escucho unos gimoteos. Se puso de rodillas ante ella y le acaricio el pelo, tan suave como la seda.

-Porque lloras?

La chica se giro mirando a Helen y esta vio sorprendida que era Sara. Pero era tan pura y débil que era imposible que fuera ese maldito asesino.

-Nuestro hermano Dexter me quiere hacer daño Helen.-Dijo Sara.

Un afilado cuchillo apareció en el cuello de la chica, Helen vio sorprendida que detrás de Sara apareció Dexter con una terrorífica sonrisa.

-Vete de una maldita vez querida hermanita-Dijo Dexter.

Helen quiso ayudar a Sara pero al intentarlo cayó por un enorme pozo. Que parecía no tener fin.

Abrió los ojos y vio una gran pantalla de cine ante ella. Aparecieron unos labios.

-Bienvenido a los últimos minutos de tu vida John. Este recuerdo esta generado por un pequeño circuito en tu mente, queríamos revelarte tu origen antes de morir. John eres un experimento del ejército, junto a tus dos hermanos Sara y Dexter. Solo tú y Dexter estas preparados para ser marines. Vuestros cuerpos están preparados para sobrevivir en cualquier entorno, vuestro cuerpo inteligente transformara vuestro cuerpo para infiltraros en cualquier planeta con vida. Fuisteis separados hace muchos años, así lo quiso vuestro creador.

Helen comenzó a gritar no quiso pensar en aquello, no quería recordar sus años de infancia en la casa de huérfanos. No quería entender como su propio hermano le quiso matar, no quiso pensar en lo que había visto. Lentamente se comenzó a hundir en unas aguas tranquilas, comenzó a asfixiarse lentamente. Pero en esos malos momentos pareció Draxen para salvarla, la joven se sumergió en el agua para poder sacarla. Beso a Helen en los labios para darle algo de oxigeno y poder salir de allí.

Krissner se quedo en silencio y levanto su mirada, Draxen al ver que las plegarias de la bruja se silenciaron abrió los ojos. Vio a Helen en pie. Estaba desnuda y bañada en aceite. Por unos momentos parecía que era otra persona. Desprendía una extraña fuerza, se acarició los tatuajes de su ombligo, pecho y muñecas. Letras extrañas sin sentido para ella.

-Helen estas bien-Dijo Draxen.

-Tráeme algo de ropa hay que salvar a Lennia.

Helen miro sus puños se sentía tan poderosa, una gran fuerza se había liberado en su anterior. Se puso la ropa que le trajo Draxen, dejo su ropa de marine para ser una guerrera por completo. Miro a su joven amiga y le acaricio el pelo:

-Tenemos que salvar a Lennia.

Tranner estaba delante de la gran hoguera, no podía dejar de pensar en las mujeres que había perdido en el ataque de las Saquian, no podía dejar de pensar en esa maldita de Kreller y el secuestro de su querida hija. Sintió una extraña fuerza a su alrededor. Al girarse vio a Helen, estaba muy cambiada después de recuperarse de aquel potente veneno. Las dos mujeres se miraron a los ojos y posaron sus manos en los hombros. Se quedaron por unos instantes en silencio sabían lo que tenían que hacer.

Lennia estaba atada al gran árbol, no se podía mover. Kreller quería que su invitada no pudiera escapar. Las jóvenes tenias miedo por lo que le podían hacer esas salvajes. Sara apareció entre las sombras y miro a su invitada. Le comenzó a oler y lamio su rostro lentamente. Le gustaba el sabor de aquella joven tan pura.

-Podía ajarte lentamente y destrozar tu belleza.

Sara miro al suelo y levanto su rostro lentamente. El rostro de locura lo dejo atrás parecía asta mas pura y comprensiva. Miro a Lennia con compasión y con miedo por todo lo que pasaba.

-No quiero hacerte daño mi hermano es el que me controla. Ese loco solo quiere hacer daño.

Se miro las manos, esas manos que habían estado llenas de sangre.

-soy solo una mera espectadora de la locura de Dexter, el no tiene sentimientos le divierte matar, mata para calla mi conciencia.

Lennia no sabía lo que pasaba pero aprovecharía ese extraño momento:

-Sara ayúdame a escapar te juro que tu hermano no te ara nunca mas daño-Dijo Lennia.

Sara le miro con miedo y vio un cuchillo clavado en el árbol, al cogerlo intento cortar las cuerdas que ataban a Lennia. Pero la parte mala de Sara despertó de nuevo:

-Maldita se que hacer hermanita.

-Solo intento salvar a esta pobre chica.

-No debes hacerlo ella es mía.

-No quiero que le hagas daño como me hiciste sami, maldito loco.


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