En ese momento Lucas puso un rostro de placer extremo, sus ojos, su boca cayéndole un poco de baba, había disfrutado. Sofia corrió la cortina del probador y vio a Nico que estaba tras de la musculosa mujer, penetrándola analmente como podía, eso hizo que le enfadara:
-Nico, vístete joder...Y Lucas.
La enorme mujer se acercó a su hermana, frotándose un brazo tímidamente y muerta de vergüenza, ella era más grande que Sofia, más musculosa:
-Lo siento Sofia, yo es que....
Su hermana le dio la ropa y le miro a los ojos:
-Vístete, vístete, se que no puedes parar tus ganas de follar, me llevare a Nico para que coma algo, le estas consumiendo.
La enorme chica se miro al espejo tras ponerse esa camiseta de tirantes, tan apretadas y esos pantalones tejanos, elásticos para que se adaptaran mejor a sus fuertes piernas. Se miro y forzó sus brazos para marcar sus músculos, después sus piernas y comenzó a sonreír, en el fondo no estaba tan mal como mujer, como mujer musculosa:
-Joder, pues no estoy mal, soy hasta guapa.
La musculosa chica salió de la tienda, en busca de su hermana y de Nico, estaba bastante perdida moviéndose con ese cuerpo tan pesado y musculado. Hasta que se encontró frente a ella el gimnasio de los grandes almacenes, ella vio desde fuera las maquinas y la gente haciendo ejercicio. Esa visión hizo que sus músculos se pusieran a tope, sudaran y desearan hacer una serie con alguna máquina.
La chica entro tímidamente y vio como la recepcionista le miraba de arriba abajo, ella sonrió y con pocos movimientos se marcaron sus músculos en su ropa. Se llevo su fuerte mano a su gran cuello:
-Hola, quería ver el gimnasio, para saber si quiero apuntarme, soy muy exigente.
La recepcionista se acerco a ella y le cogió el gran brazo, estaba alucinando por lo musculada que estaba y después paso su mano por sus abdominales:
-Señorita seguro que no tiene un gimnasio en su casa...
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