-Yo recuerdo un concierto de rock, recuerdo fugaces y parece que yo también tuviera otro cuerpo, como si fuera un
Andrea y Angela se miraron a los ojos:
-Hombre-Dijeron Angela y Andrea a la vez.
Angela negó con la cabeza y comenzó a sonreír, Andrea comenzó a sonreír:
-Estamos locas y por eso estamos aquí tonta.
Elizabeth sonrió mirando el rostro mal humorado de Lina, la chica no quería estar allí, no quería estar encerrada en un manicomio. La musculosa rubia tenia entre sus manos un tinte para Lina, era una tontería pero la doctora Julia quería que fuera morena.
-Bueno Lina te duchare y te pondré el tinte para que seas morena.
-NOOOOOOOO, NO QUIERO QUE ME TOQUEN-Grito Lina.
Elizabeth le cogió de la muñeca y le miro a los ojos muy seriamente:
-¿Quieres que esos asquerosos enfermeros lo hagan? Son bruscos y el primer día que me ducharon
salí con moratones por todo el cuerpo.
Lina fue llevada por la mano por Elizabeth a las duchas, la rubia fue ayudando a desnudarse a su nueva amiga, mientras que con cariño comprobaba la temperatura del agua Lina le miro con tristeza:
-Yo recuerdo que corría por las calles de la ciudad, recordaba que mi cuerpo era diferente, que era de otro sexo.......Pero estoy loca.
Elizabeth fue mojando el cuerpo de Lina y asintió con la cabeza ya que ella tambien le pasaba lo mismo:
-Yo no soy psiquiatra pero tu y yo como otras chicas nos pasa lo mismo tenemos recuerdos de ser otras personas, como mierda se llama esa enfermedad, venga te voy a teñir el pelo.
Elizabeth fue echando la pintura en el pelo de Lina, ella se dejaba hacer lo que sea por su compañera, estaba relajada por el agua caliente, estaba mas tranquila tras sufrir tantos días estando encerrada en la celda:
-Sabes yo tengo recuerdos de a ver sido un boxeador, tengo extraños recuerdos de estar en un combate y mucha gente gritándome, muchas luces enfocándome........Por alguna razón estamos aquí no crees....
Julia sonrió al ver que Lina tenia el pelo rubio, le cogió el rostro y le miro a los ojos, era como ella quería, era la mujer que estaba buscando, era extrañamente la mujer que buscaba para su psiquiátrico. Elizabeth observaba como trataba a Lina la doctora, ya era raro ver ese extraño capricho de tener una chica rubia en esa julia de locas. Estaban en una de las habitaciones del psiquiátrico y allí hacia reuniones con algunos enfermos para que hablaran de todo lo que les pasaba por sus enfermas cabezas. Elizabeth y Lina se sentaron en unas sillas, la musculosa rubia miro a su amiga y le cogió de la mano para darle algo de valor, para que supiera que ella estaba a su lado.
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