Alice Goodwin es Tommy/Laia |
Tommy
llego a casa bastante cansado, había estado toda la tarde en la clase de
ciencia y había quemado hasta el ultimo cartucho preparando los exámenes,
aparte de aquello tenia que madrugar para salir a trabajar en la fábrica, el
chico se tenia que pagar los estudios universitarios y pagar el alquiler del
piso que compartía con su novia Karen.
El
chico no era muy alto, de aspecto delgaducho, pelo oscuro y pelo corto, rostro
aniñado, se había tumbado en la cama para dormir un par de horas antes de
salir.
Karen
llego al apartamento con la bolsa de comida, se había pasado por el supermercado
para comprar algunas cosas, la chica era de la misma altura que su novio, pelo
rojizo, piel blanquecina, ojos verdes muy hermosos y curvas no muy excesivas,
pero aun así perfectas.
La
chica comenzó a guardar las cosas en los armarios, sin hacer mucho ruido ya que
no quería despertar a su novio, recibió una llamada de su hermana Lisa, la
chica suspiro al cogerlo, no quería discutir como siempre con ella:
-Hola,
Lisa no quiero discutir, tengo a Tommy durmiendo antes que se vaya a la fábrica…
Karen
negó con la cabeza:
-No
pienso contárselo, se que Tommy es muy abierto, pero no me apetece contárselo.
Karen
pudo liarse un cigarrillo y se lo encendió, fumaba poco pero su hermana o su
madre sabia ponerle tan nerviosa que se llegaba a fumar un cigarrillo, para
aguantarlas:
-Se
lo que fui antes de ser Karen, pero no quiero volver a pasar por aquello, se lo
tendré que contar y lo sé, pero a hora no..
Tommy
estaba durmiendo profundamente y no llegaba a escuchar lo que estaba hablando
su novia con su hermana, mas que soñar estaba atravesando una puerta a otra dimensión.
Jane Levy es Karen |
Al abrir los ojos vio que no estaba en su habitación, la luz que entraba por la
ventana no era la misma, ese olor, ese ruido, no estaba en su casa.
Negó
con la cabeza pensando que estaba aún soñando, bostezo y sintió que esa voz no
era la suya, se miró las manos eran mas finas, mas suaves y tenía las uñas más
largas, negó con la cabeza y sintió que su pelo era mas largo, se toco el pelo
oscuro que le llegaba hasta los hombros, tan sedoso, tan suave.
No
podía creerlo, se toco el rostro, un rostro muy suave, muy femenino, esos
labios tan carnosos, esos pómulos, asustado se dio cuenta que llevaba una
camiseta de tirantes que colgaban en sus finos hombros y apretados hasta el exceso
tenía dos grandes pechos, el se los toco, noto que llevaba puesto un sujetador:
-No,
no puede ser-Se llevo las manos a la garganta, su fino cuello al notar su voz femenina-Soy
una mujer.
Se
llevo la mano por debajo de las sabanas y toco unas braguitas, al meter las
manos por debajo, sintió que tenia una vagina. Al levantarse de golpe de la
cama y verse en el espejo vio que era una mujer, una voluptuosa mujer, con un
cuerpo de infarto. Se toco los labios, el rostro y los pechos, las caderas:
-Soy
una mujer.
Se
abrió la puerta y entro otra chica, de pelo corto y oscuro, tan atractiva y de
cuerpo perfecto como ella, vestida con una blusa blanca escotada y unos
pantalones tejanos apretados, para resaltar su perfecto culo, ella sonrió al
verla:
-Que
bien ya tengo compañera de piso, ya tardaba un chico en dormirse y entrar en
esta dimensión, te llamare Laia yo soy Montse…
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