jueves, 16 de abril de 2020

La profesora del colegio para chicas Cap 3 Encontrada

Eva Angelina es Nerea Williams
Comente andar por la biblioteca, semi desnuda vestida solo con el albornoz, viendo las letras que tenia cada una de las estanterías, me lleve un dedo a la boca curiosa ¿Habría algún libro que hablar de un chico que se transformo en mujer, de una familia como la mía que antes de llegar a los 30 cambiabas de sexo? Lo único que me encontré fue con un libro que hablaba del mundo dela literatura tg, cambios de cuerpo, de sexo y cosas así, pero no encontraba nada que pudiera ayudarme, lance un largo suspiro. 

-No creo que nadie le hubiera interesado la vida de mi familia y menos que cambiáramos de sexo...

Escuche unos pasos tras de mi, me gire y vi una silueta, negué con la cabeza temiendo que esas tres abusonas fueran a por mi, rápidamente fui al final de la biblioteca sintiendo el frió del suelo gracias a mis pies descalzos. 

Fuera con quien fuera nos tropecemos y yo caí al suelo abriéndose mi albornoz mostrando mi cuerpo desnudo, fuera quien fuera encendió la luz del lugar y me vio allí enseñándolo todo, sonrei al ver que no era una de esas matonas, era una chica rubia no muy alta, delgaducha, figura frágil y aniñada que solo vestía un pijama, me quede mirándola y ella me miro por unos segundos, mis pechos eran perfectos, mi vagina era una delicia. Cuando me di cuenta me levante y me cerré el albornoz:

-Hola, soy Nerea la profesora de literatura ¿Tu quien eres?

-Vaya jamas había visto tan profundamente a la nueva profesora, soy Leida.....

Me puse bien mis gafas y me acerque a ella sonriendo ya que tenia que comportarme como una profesora, intentando ser algo mas madura ante ella:

-Bueno estaba preparando unos exámenes ¿Que haces por aquí a estas horas?
Ella me miro tímidamente y me miro a los ojos:

-Lo siento profesora, había descubierto unos libros sobre transformación en mujer, hombres que se transforman en mujer, las diferentes clases de tg y me quito el sueño.

Yo levante la ceja, había superado mi expectativas al escuchar aquello:
-¿Si,podrías enseñármelo cariño?

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