viernes, 15 de julio de 2022

Las mujeres Guerreras Cap 10 Los mismos recuerdos me persiguen

 -Krissllur??


Draxen escucho como Helen sorprendida pronunciaba el nombre
de aquella bestia:

-Las marines no habéis cazado nunca a un Krissllur, son
enormes monstruos tan negros como la noche y con colmillos como la palma de mi
mano......

-Nunca lo abemos cazados pero espero no encontrarme con
ninguno.

Durante horas estuvieron siguiendo el rastro de la bestia,
todo conducía a una cueva en lo más hondo del bosque. Allí en los arboles
ataron a sus monturas, Tranner quiso que Helen le demostrará su valor y dijo a
sus cazadoras que esperaran fuera. Le dio una de las lanzas y las tres mujeres
entraron en la oscura cueva, Draxen ya estaba deseando a verse quedado fuera
con las demás cazadoras estaba muerta de miedo, Helen miraba a su alrededor y
al ver la cara de confianza de Tranner eso hacia que siguiera hacia delante.

Rastros de sangre cubrían las paredes como trozos de carne
podrida por el suelo, Tranner miro a sus compañeras y les señalo que estuvieran
detrás de ella. Se escucharon fuertes ronquidos de aquella bestia, después de
haber devorado a su última victima tenia aun sangre en su rostro.

Helen sin querer piso un hueso del suelo, se rompió en mil
pedazos. Se escucho el crujido y la bestia se despertó con ira. Tranner cogió
su lanza y se preparo para atacar, Draxen estaba paralizada por el miedo, Helen
se puso delante de ella con la lanza. Tranner grito con fuerza, grito para que
las dos atacaran y dieran muerte al monstruo. Un fuerte manotazo hizo que
saliera disparada al final de la cueva, el Krissllur corrió para devorarla asta
que escucho un fuerte silbido, se dio la vuelta y vio a Helen sonriendo:

-Trozo de mierda no preferirías a una chica con más curvas,
no me digas que prefieres a una mamaíta a una tía buen como yo.......

La bestia corrió hacia ella y solo se pudo escuchar a Draxen
gritando de miedo, la niña cerró los ojos para no ver como las atacaría,
pidiendo que la muerte fuera rápida y sin dolor. Al abrir los ojos vio como su
heroína le había clavado la laza en la cabeza, eso hizo que abrazara fuertemente llorando, Helen le acaricio el
pelo con una sonrisa:

-Ya se termino.........

Tranner se acercó a ellas le dio una palmadita a Helen en la
espalda:

-Tienes razón esa oscura trae suerte.

Una gran fogata adornaba el centro del poblado, y pinchado
en un palo estaba la cabeza del monstruo, todo era júbilo por haber acabado con
la amenaza.

En la cabaña de Tranner estaban todas las cazadoras comiendo
carne y bebiendo sin cesar, ella estaba orgullosa que Helen compartiera mesa
con ella mientras que Draxen vigilaba que sus vasos no estuvieran vacíos.
Lennia estaba allí rodeadas por las cazadoras, miraba a Helen como reía junto a
su madre. Le gustaría prenderle todo fuego ya que le parecía denigrante cuando
aparecieran las chicas de compañía ya que sabía que a Helen le tendrían una sorpresa
preparada, una estúpida chica que no entendería sus palabras sobre su tierra
más allá de la noche.

Lennia salió de la cabaña al no soportar mas lo que pasaba,
allí fue Draxen al ver como se iba enfadada, la miro con una sonrisa:

-Lennia que te pasa....

-Esas bestias las odio, después de beber esperaran que
llegue la caravana de las Suquiis y babearan sobre sus cuerpos.

Las Suquiis un clan milenario que Vivian viajando con sus
caravanas, mujeres de gran belleza y que pagaban la comida y la bebida con su
sexo. Eran muy ardientes y estaban con cualquier clan que pagara sus
necesidades.

Al llegar la primera caravana se escucho como una guerrera
tocaba el cuerno de aviso, Tranner sonrió y obligo a Helen que levantara. Las
cazadoras salieron de la cabaña dejando que la líder y su amiga pasaran las
primeras.

-Amiga mía podrás elegir a la mujer que tu quieras, estas
son las mas ardientes y son Suquiis las mujeres mas bellas que jamás abras
visto. Sus cuerpos calientes se derriten en tus manos.

Helen suspiro al ver como cientas de hermosas mujeres le
miraban y se relamían y le hacían gestos obscenos.

Miro a su alrededor y veía como las cazadoras cogían a su
mujer elegida, veía como Tranner cogía a una esplendida rubia y se la llevaba a
su cabaña.

Por detrás de la caravana Draxen ayudaba a subir a Lennia
que se había vestido como una Suquiis y
había dejado que su pelo le tapara medio rostro. Helena sintió como una
atractiva morena se acercaba a ella, era más alta que ella y sentía sus pechos
contra su rostro. En pocos segundos la erigiría ya que sentía como una parte de
su cuerpo comenzaba a arder.

Pero alguien la cogió del brazo y la arrastro. Veía como la
apartaban de aquella chica, al girar su rostro veía a una chica con unas
jugosas curvas. La Suquiis enfadada se cruzo de brazos y miro a su alrededor y
sonrió al ver a Draxen, esta le devolvió la sonrisa con timidez.

-Bonita quieres jugar conmigo.....

Draxen la miro de arriba a bajo, tenía el cuerpo perfecto y
soñado, el cuerpo que tendría que tener la mujer con quien perdería el Axter,
en aquel lejano planeta perder la pureza por el sexo se conocía con aquel
nombre. Draxen se puso tan nerviosa que se desmallo, la Mujer monumental
prefirió ir a la cabaña de la líder para poder jugar con sus amigas con
Tranner.

Helen seguía a la extraña Suquiis, solo podría ver su
esplendido trasero y como movía las caderas, podría ser la bebida pero había
olvidado por unas horas sus dramas existenciales.

Llegaron a una cabaña y Helen fue empujada a la cama, la
oscuridad tapaba el rostro de la Suquiis y pequeños surcos de luz iluminaban su
cuerpo, tragaba saliva ya que literalmente jamás había tenido ninguna relación
sexual siendo mujer.

-Desnúdate........

Esa orden hizo que Helen se quitara el traje militar. La
joven se metió en la cama con ella y se besaron sin cesar, Helen había
saboreado antes ese beso y solo pudo decir una cosa:

-Lennia eres tu??

-Si soy yo, no te dejaría que te acostaras con una estúpida
Suquiis, me pongo de los nervios al pensar en una descerebrada como esas que
venden sus cuerpos por comida y bebida.

Helen se quedo pensativa viendo el cuerpo desnudo de una
indignada Lennia y volvió a vestirse. El cuerpo de Lennia era cubierto a hora
por las sabanas de la cama, esta acariciaba los hombros de su amiga.

-Cuando sentí tu beso me di cuenta que no eras como una
salvaje mas como las cazadoras o las guerreras, no te rebajes a ser como ellas.

Helen la miro forzando una sonrisa, esta acaricio el rostro
de Lennia. Una piel tan suave que le recordaba muchas cosas, como a la mujer
que una vez quiso.

-Sabes me recuerdas a una mujer que perdí hace demasiado
tiempo.

Perdió su alma y su mente, jamás volvería a escuchar sus
ideas pero tenia su cuerpo para siempre. Lo que fue Helen a hora lo era ella,
de una forma jamás le abandonaría. Lennia intrigada la abrazo fuertemente, su
cuerpo desnudo se pego fuertemente al cuerpo de su amiga, por dentro sabia como
era sentir como se perdía a alguien, perdió a su madre. Solo esperaba que aquel
abrazo contribuyera a que Helen dejara de sufrir.

-Háblame de ella, te ara bien.

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