miércoles, 16 de septiembre de 2020

La daga corta cuerpos y la familia feliz Cap 3 Las instrucciones


Levanté mi trasero y hundí mi cabeza contra la almohada, abrí con mis manos las nalgas, para mostrarle mi ano a mi hermanito, el suspiro mientras me cogía con fuerza mis caderas, no quería hacerlo, pero estaba ya tan desatado, estaba tan ido con el sexo que no podía parar, sentí como su polla, su gran polla me penetraba.

Mordí con fuerzas la almohada, era una extraña mezcla entre placer y dolor, disfrutaba mucho como entraba ese miembro en mí, pero también me dolía, hasta que me acostumbré a ello, mi ano seguro que se adaptó, sus paredes anales estaban mas que agrandadas por la penetración. Hasta que sentí como se llenaba de un líquido caliente, que comenzó a gotear, de color blanquecino.

Yo me levante lentamente, sentía como mis piernas me temblaban por el sexo que había disfrutado, había sido tan placentero como agotador, yo me gire y comencé anda de espaldas, con mi cuerpecito sudado:

-Pe-Pedro es nuestro secreto….

Mi hermano mayor respiro con calma, había sido tan extraño, había disfrutado sexualmente de aquello, algo que no tenia que hacerlo, era algo incestuoso, era algo malo, eso hacia que se sintiera culpable.

Yo fui a la habitación de mi hermana y me quité el disfraz, sintiendo como mi cuerpo volvía a su forma, dejando a Emma, el disfraz de mi hermana encima de su cama, era una especie de tela hiperrealista que no tenía ni huesos ni músculos, con los agujeros de sus ojos y su boca vacíos, muy similar a una muñeca hinchable.

Me fui a duchar y no cese de pensar en lo que había pasado, era una locura, pero había convertido en un disfraz de piel a mi hermana y aparte de eso me había convertido en ella poniéndome su piel. Me quería sentir sucio al pensar que había mantenido sexo siendo ella con mi hermano, pero lo había disfrutado tanto.

Al salir de la ducha fui a la habitación de mi hermana y la vi aun de aquella forma inmóvil, eso hizo que bajara corriendo asustado al sótano donde encontré la daga, rebusque entre las cosas y encontré un viejo pergamino, lo comencé a leer “La daga de roja es para convertir a las mujeres en disfraz, la daga verde es para convertirla para siempre en disfraz, solo tienes que usar esta daga para pasarlo por encima del disfraz y no volverá a ser ella, pero tu podrás ser ella cuando quieras, si usas la daga roja tu victima volvera a su forma a la hora después de quitártela, sin recordar lo que había pasado en el tiempo que las usado” Respire con calma pensando en mi hermana, ella volvería a su ser sin recordar el sexo incestuoso que tuvo que su hermano mayor.

El disfraz de piel que se había transformado mi hermana se comenzó a hinchar lentamente, volviendo a su forma original, rellenando todo con hueso y musculo y carne. Ella abrió los ojos asustada ya que no recordaba cómo había llegado allí, se levanto lentamente y vio que estaba totalmente sudada, también desnuda. Se levanto lentamente y sintió dolor en su ano, no sabía lo que había pasado.

Cogió una toalla de su armario y se tapó la desnudez:

- ¿Qué me ha pasado?

Ella fue al lavabo y se encontró con pedro, los dos se quedaron mirándose el uno a otro:

-Es nuestro secreto-Dijo Pedro.

Emma negó con la cabeza ya que no sabía lo que quería decir con aquello, antes de abrir la puerta del lavabo miro a Pedro:

- ¿Qué secreto? No hay ningún secreto que esconder, no sé de qué me hablas….

Se cerro la puerta del servicio y Pedro se quedó pensativo ante aquello:

-Esa es la mejor forma de guardar un secreto, gracias hermana…

1 comentario:

  1. Por alguna razón me imagino esta historia como para dibujarla en cómic

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