La rubia se mordía el labio con mucho placer al sentir como esa lesbiana le comía el coño, como se notaba su experiencia en eso de comer coños con su lengua, se ponía bizca de placer.
Judith se levanto y abrazo con fuerza a Berta, le cogió con fuerza esos carnosos glúteos y le comienzo a besar sin cesar, estaba saboreando esa boca que le había comido el coño, se fueron tirando al suelo y la oficinista comenzó a bajar lentamente por su cuerpo con su lengua, lamiendo esos pechos, ese ombligo y comenzó a comerle el coño a la pelirroja, la conserje negó con la cabeza ya que estaba gozando, para ser primeriza lo hacia tan bien.
Berta levanto un poco su cabecita para ver a su amante y sonrió:
-Coge mi pierna para frotarte con ella y que mi coño se frote contigo, unas tijeras.
La oficinista sintio y cogió con fuerza el carnoso muslo de su amante pelirroja y se froto con ella, sus coños se frotaban entre ellos, se morían de placer, intentaban que sus gemidos no se escucharan fuera del despacho.
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