Estaba
atontado por esa transformación, hasta que comencé a detectar mis cambios, mis
manos eran más pequeñas, más finas, mi pelo había crecido sin cesar.
No
sé qué había pasado esta atontado, me quedé por unos segundos miranda a la
nada, mirando al ordenador, hasta sentí como como un hilo de saliva corrían sin
saberlo yo por mis carnosos labios. Lentamente volví a mi ser y me di cuenta de
que algo había cambiado.
Este largo pelo oscuro que me caía por los
hombros, tan suave y sedoso, mi rostro tan redondito y suave, con unos carnosos
labios, ¿qué estaba pasando? ¿Mis manos porque eran más finas, pequeñas y con
estas uñas tan largas?
-
¿Qué?
Al
escuchar esas palabras con una voz tan fina y femenina, me lleve las manos a mi
garganta, era de una chica, aparte de eso donde estaba mi nuez masculina.
Estaba
uniendo cabos hasta que vi frente de mí que tenía dos grandes, suaves,
perfectas par de tetas, al tocarlas, al sentir su peso entre mis dedos, al
sentir el placer de tocar mis sensibles pezones, lo entendí “Me transformé en
una mujer” Al levantarme asustado, me sentí extraño, por que pesaba mucho menos
y sentía bastante peso en mi pecho, por esas dos grandes tetas que tenía.
Me pasé mis manos por mi trasero y pude tocar,
apretar esos glúteos tan carnosos, donde también sentía algo de peso. Trague
saliva y aun sabiendo lo que tenía entre las piernas tenía que tocarlo, tenía
que saberlo.
Rápidamente
mis manos fueron hacia mi sexo y ya no tenía un pene, una polla, era una
vagina, un coño, una concha, ya por mi mente pasaban los mil nombres que tenía
mi nuevo sexo.
Rápidamente
dándome cuenta de mi poca estatura corrí hacia el servicio, en ese momento tuve
la suerte que no estaba nadie en el apartamento y no tendría que explicar mi
cambio de sexo involuntario. Sentía como mis glúteos, mis grandes melones, mis
muslos al cada paso que daba votaban ms carnes sin cesar por lo voluptuosa que estaba.
Al
entrar en el servicio me mire en el espejo, sorprendida me toque mi largo pelo
oscuro, mi rostro:
-No
puede ser soy Selena Gómez, pero mejorada……Mi voz y jooooder que pedazo de
tetas, coño.
Mis
finas manos fueron a esas enormes tetas que eran dos o tres veces más grandes,
unas tallas más exageradas de las que tenía la verdadera Selena Gómez. Mientras
manoseaba una de mis grandes tetas, pasaba mi mano por mi ombligo, estaba más
delgada que la verdadera actriz y cantante, era tan suave y marcado.
Mis
manos fueron a mi perfecto, carnoso trasero, unos glúteos perfectos, era la
Selena Gómez que desearía cualquier hombre, la que había creado mil veces con
el creador de imágenes de la AI.
Al
verme reflejada e el espejo tan bella, dejando atrás esa evolución a cabaeza
calabaza que tenia la verdadera actriz, mi belleza era de una muñeca, una
muñeca de unas perfectas tallas. Me estaba poniendo muy cachonda, tenia que
tocarme, masturbarme, solo pasaba por mi mente esa idea ya que sentía como mi
carne se derretía como mantequilla, estaba apunto de explotar por lo buena que
estaba.
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