Elizabeth cogió de la mano a su nueva hija, le froto la mano con su dedo lentamente, lanzo un largo suspiro preparándose para contárselo:
-Dina, el doctor nos dijo que es imposible que vuelvas a ser un hombre, pero a hora puedes usar un tratamiento de hormonas, operaciones para que seas nuevamente un hombre......
Dina abrió los ojos como platos al escucharlo, no tenia la culpa de ser a hora una mujer, menos tiene que sufrir unas operaciones para volver a se un hombre, si se habia transformado en mujer seria por algo importante, como decía Roselyn era guapa:
-No, no quiero una operación no quiero hormonas, desde a hora tenéis una hija, me costara acostumbrarme pero es esto lo que soy.....Papa, mama llamarme Dina.
Los padres de Dina le abrazaron, Elizabeth le miro a los ojos sonriendo, con una lagrima en los ojos, era fantástico:
-Perdoname Dina siempre quise una hija, perdoname pero a hora mas que un hijo tengo una amiga, estoy tan orgullosa......
Charles le paso la mano por la frente a su nueva hija:
-Sabes dina cuando me preguntaban lo que quería, siempre quise una niña a hora te defender para siempre, chicas vamos a casa a preparar tu cuarto, iréis de compras, yo iré a buscar el coche...
Charles fue a buscar el coche dejando a madre e hija a solas, Elizabeth miro a Dina y le dio un beso en la frente:
-Te voy a contar una cosa cariño algo que jamas le conté a tu padre ni a ti, yo era un hombre cuando era adolescente y me transforme en mujer, puede ser que el tema del adn te haya marcado, lo siento......
Dina negó con la cabeza forzando una sonrisa:
-¿Pero? Tenias que haberlo dicho antes mama.....
Elizabeth negó con la cabeza y la abrazo dándole pequeños besos en la cabeza:
-Lo siento, lo siento cariño...
Dina negó con la cabeza y miro a su madre a los ojos:
-Mama tengo que pensar hoy no volveré a casa, tengo que ser ayudante de una fotógrafa de modelos, soy sus piernas....Hasta que ella no vuelva a casa no volveré yo, tengo que pensar en todo esto...
Roselyn estaba frente a la la fuente fotografiando a unos patos, sonreía mientras que se escuchaba el clic de la cámara, se lo pasaría bien revelando las fotos, modificandolas, sintió como alguien posaba las manos en los mangos de su silla de ruedas:
-Que bonitos paisajes tienes para hacer fotos Ros...
Roselyn sonrió al girarse un poco y ver a su amiga:
-Mi modelo ¿Todo bien con tus papa?
Dina suspiro y se puso de cuclillas al lado de la silla de ruedas de su amiga, suspiro al sentir la brisa de primavera acariciando su rostro:
-Bueno no tengo arreglo siempre seré una mujer, habia una solución pero no me gusto por que desde a hora soy tu modelo y tu ayudante Ros....Me quedare contigo para llevarte a casa.
Roselyn sonrió al escuchar lo que le dijo su nueva amiga y le señalo para que se sentara en un banco le comenzaría hacer fotos, Dina se sentó en el banco y comenzó a posar para su nueva amiga la fotógrafa. Lejos de allí estaba un enfermero, un chico de unos treinta años de cuerpo musculoso, muy alto, pelo castaño, con barba de tres días. El chico se quedo mirando a la chica y sonrió, le parecía una chica tan atractiva.
La joven fotógrafa se puso los cascos de música para relajarse un poco con su grupo favorito, se puso sus gafas de sol para que el sol no le molestara y para estar fabulosa como siempre. Dina cogió una de las revistas de su nueva amiga y comenzó a mirarlas, se tumbo en la cama y comenzó a ver esas paginas llenas de moda. Era increíble pero estaban tan sensuales que ella no sentía nada, solo sentía curiosidad, ganas de ponerse esos trapitos, en vez de deseo sexual como hombre. Se veía a ella misma con esa ropa tan bonita para ella. Roberto el enfermo que habia visto a la nueva chica en el jardín comenzó a preguntarle a sus compañeros, mientras investigaba termino hablando en la cafetería con el medico de Dina, era increíble pero habia terminado hablando sobre el estado de la paciente, si solo quería sabre en que habitación estaba, entonces la chica le importaba bastante.
-¿Me preguntas por Dina? Es un caso muy curioso...
Roberto negó con la cabeza mientras escuchaba al doctor, se sirvió un poco de leche en el café y frunció el ceño, no quería saber que esa chica que le gustaba tuviera alguna clase de enfermedad:
-¿Esta enferma?
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