miércoles, 19 de agosto de 2020

Una chica mas Cap 4 Algo de ejercicio

Selena Gomez soy yo
Ella me abrazo con fuerza yo sentía como se apretaban casi toda mi silicona de mi cuerpo entre sus fuertes brazos atléticos, nos besemos con cariño, con placer, mientras que nuestra limusina atravesaba las calles de la ciudad, hasta llevarnos al centro, al mejor restaurante, el mas caro.

Estaciono la limusina y el chófer nos abrió la puerta, Erica me ayudo a salir, el peso de mis grandes pechos llenos de silicona y mi enorme culo lleno del mismo liquido, hacia que me costara moverme. Al salir ella me cogió de la mano y la gente que estaba paseando por la zona se quedaron mirándonos, mi gran atractivo y mis curvas de infarto.

Entremos en el restaurante y nos dirigimos a nuestra mesa, ella aparto la silla para que me pudiera sentarme, era una señorita, tenia un asiento bastante grande para mi enorme culo:

-Erica no te merezco…

-Todo sea por ti cariño….

Al sentarnos a la mesa comenzó nuestra velada y comencemos a reír, comencemos a contarnos nuestros secretos y contarnos nuestro amor entre nosotras, ella sonrió mirándome a los ojos:

-El destino te transformo en mujer, después tus amigas nos unieron en una gran orgía, hasta me dio igual que llegara la policía a detenernos por la que liemos, pero fue lamerte, besarte y te ame para siempre…

Yo me avergoncé al escucharle, baje mi mirada y después le mire a los ojos:

-Fue extraño, te vi tan violenta ese día y cuando comencemos a follar me enamore de ti al descubrir que tenias un gran corazón…

Al llegar los postres me pedí un flan y ella unos creps, nos dimos cucharadas de nuestros delicatessen para disfrutarlos, ella me sonrió:

-Tengo un regalo para ti amor mio, Raquel de mi corazón…

Me dio un sobre y al abrirlo vi que era un carnet de un gimnasio, yo me quede sorprendida al verlo, ella acerco sus manos y me acaricio la estirada piel de mi rostro:

-Para que no pienses mas en operaciones, mucho ejercicio y ya veras como moldearas tu cuerpo….

Yo asentí con la cabecita e intente sonreír, pero con mi estirada piel, mis pómulos, mis labios como salchichas me costaba sonreír:

-Fantástico me aburro mucho esperando que llegues a casa…

Al llegar a casa tuvimos una fiesta sexual en nuestra gran cama, ella disfrutaba de mi carne, de mi apretados grandes pechos, de mi enorme culo, lamia cada centímetro de mi piel, sentía como su lengua me penetraba mi vagina, nuestros coños se frotaban sin cesar, hasta llegar al orgasmo.

Al despertarme aquella mañana, escuche como ella se estaba duchando, me levante poco a poco, reuniendo como siempre mis fuerzas para levantar mis siliconados pechos, mi enorme culo, estaba totalmente desnuda y frente de mi vi la ropa de gimnasia, la que usaría para mi primer día de gimnasio. Me puse los pantalones de deporte, que eran elástico y apretaban mis glúteos, mire la camiseta de tirantes y me mire mis enormes pechos “¿Como me pondría esto?” Fue en ese momento que salio mi amor y me ayudo a ponérmelo, mis grandes pechos tan apretados y por fin evitando sus votes mientras que sudaba con los ejercicios:

-Gracias amor mio…..

-Ya veras te sentirás bien con ejercicio y no se te pasara por la cabeza operarte otra vez….

Sonreí al escucharle:

-¿Y si?

Ella me paso la mano por mi pelo:

-Sabes que te amo, hagas lo que hagas…

Ella me ayudo a ponerme mis zapatillas de deporte ya que no podía ver mis pies, al salir de casa me encontré con mis amigas, Mari Carmen y Tamara, yo les mire y force una sonrisa:

-Hola chicas, sabéis quiero hacer deporte…

Las chicas me cogieron de las manos y me miraron a los ojos, les mire asustada:

-Pues primero unas operaciones y después sudaras -Dijo Tamara….

Yo las mire abriendo los ojos como platos:

-Pero, pero…

Mari Carmen sonrió:

-¿Llevas hay tu tarjeta de crédito?

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