Un extraño poder Cap 2 Un gran poder

Peter se quedo con los ojos como platos al ver que había sufrido aquella transformación, se miraba al cristal del escaparate asustada, se acariciaba el rostro, se tocaba los pechos, los glúteos, era increíble que se había transformado en aquella adolescente.

-No, puede ser, yo soy una adolescente…

Vio como la gente le observaba y con miedo la chica salio corriendo por la calle hasta llegar a su casa, se sentía tan ligera, sentía como su carnoso y joven cuerpo votaba sin cesar, al llegar a su casa se metió las manos en los estrechos bolsillos de sus pantalones y saco las llaves de su casa, al abrir la puerta entro y fue al servicio, solo podía observar su nuevo cuerpo, era una locura, estaba tan nerviosa que comenzó a llorar:

-No puede ser que sea aquella adolescente, no puede ser, mi voz es femenina….

Escucho como se abría la puerta y aquello le asusto, la chica se fue corriendo a su habitación, cerro la puerta y se apoyo contra ella, respirando con dificultad, por ser descubierta y que nadie descubriera su problema, algo que nisiquera el a hora ella sabia lo que pasaba con su cuerpo. Escucho como entraba en su casa su hermana y su sobrina.

Se giro y dio un par de pasos hacia atrás y sin querer la goma del pelo se engancho con el pomo de la puerta y se le salio de la mano, al pasar aquello volvió a tener su cuerpo masculino, con su ropa deportiva,Peter se quedo alucinando ante aquello, su sobrina abrió la puerta y vio a su tío:

-Hola tito Peter, estamos aquí…

El hombre estaba alucinando ante lo que había pasado, se acerco a su sobrina, una niña de 9 años de pelo rubio, ojos azules, cuerpo delgaducho. Le toco el pelo con una sonrisa:

-Hola cariño, sabes voy a prepararos la comida..

La niña sonrió ya que su tío era un gran cocinero, salio del cuarto y Peter cerro la puerta, cogió la goma del pelo y se lo puso nuevamente, increíblemente volvió a transformarse en la adolescente, con su ropa deportiva y todo. Se miro la fina mano y sonrió, se quito la goma y volvió a ser un hombre. Guardo la pulsera en un cajón.