miércoles, 22 de abril de 2020

Una gran chica Cap 1 No soy un peligro


Sophia Lillis  es Peta
Después del accidente todo cambio, era algo diferente para Peta su nueva vida, desde hace un tiempo le tuvieron encerradas en los laboratorios, la chica de unos 18 años solo estaba deseando salir de allí y ver a sus padres, pero los militares no le decían lo que pasaba, preferían tenerla en los laboratorios, ella suspiraba por salir y que dejaran de experimentar en ella.

La chica de 1,60 o 1,68 no lo recordaba del todo bien ya que no paraba de crecer, la chica pelirroja de pelo corto y bastante rizado, de rostro plagado de pecas y cuerpo delgaducho estaba viendo como todo pasaba y nadie quería contarle nada.
La chica se termino de duchar y al salir se puso su pijama de Hospital, esos que mostraban tu espada y su culo, se volvió a tumbar en su cama, a la espera que llegara Charleen su doctora, una doctora militar que la vigilaba.

La chica suspiro y espero que entraran en su habitación, la puerta se abrió y entro su doctora militar de cabecera, una mujer bastante alta 1,80, de pelo rubio recogido, cuerpo Atlético, ojos azules tras esas gafas y vestida de doctora:

-Hola cariño ¿Cómo te sientes hoy?

-Bien, creo que volví a crecer nuevamente…

La doctora le hizo un gesto para que su joven amiga se levantara de la cama y comenzó a medirla, asintió con la cabeza y sonrió:

-Si veo 8 centímetros en 24 horas, recuerdo la semana que viniste, medias 1,50 ¿Sientes como se hinchan tus pechos, tus glúteos, tus caderas?

Peta negó con la cabeza al escucharla:

-No, no ¿Por qué?

Charleen asintió con la cabeza:

-Puede ser que dentro de poco tus pechos, tu culo, las caderas tus muslos no cesaran de crecer a la par de tu altura, puede ser que esta semana llegues al 1,80.

Peta asintió con la cabeza y Charleen le acaricio el rostro:

-Mañana estaré contigo a hora tengo que arreglar algunas cosas cariño…

Charleen salió de la habitación dejando a la adolescente, ella estaba pensativa ya que no cesaba de crecer, la chica se tumbo en la cama y sintió como crecían un poco sus pechos, sus muslos, sus caderas, sus glúteos, sonrió:

-Aquí esta.

La chica espero que fuera mas tarde y salió de la habitación con mucho cuidado, se escondió en las sombras para que los militares que vigilaban no la vieran, esos hombres llevaban armas para vigilar, eso a la chica le hizo sospechar que para una sola chica era demasiado, solo era una chica que no cesaba de crecer.

Encontró una gigantesca sala y cinco extrañas bolas, de color carne, bolas de mas de quince metros, una al lado de otra, se acerco a una curiosa y vio como sobresalían de cada una de ellas un montón de pelo, rubio, moreno. Curiosa se acercó a esas bolas y vio como sobresalían unas manos, vio por donde estaba ese pelo tenia metido unos tubos que metían oxigeno y alimento. Vio en un panel una foto, estaba la foto de una chica adolescente de pelo oscuro, ella se acerco a esa bola y lo acaricio, estaba caliente y vio como la mano se movía sin cesar. La chica negó con la cabeza y leyó lo que ponía en el panel sobre esa chica “Mirta 16 años, en un año se hincho convirtiéndose en una bola de carne, en tres años mas podemos mandarla al espacio y crear un planeta” La chica negó con la cabeza, entonces esas bolas de mas de 15 metros  de color carne, moreno, blanquecino eran chicas que se habían hinchado como bolas y no paraban de crecer, no podía ser.

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